Trajes colgados
tura española que no reseñe el traje de flamenca como imaginario cultural de nuestro país», dicen. Además recuerdan que el traje y sus accesorios en su lenguaje se ha convertido en un estilo icónico de la moda internacional. «El lenguaje del flamenco se yergue como un estilo reiterado en sus formas y principios a lo largo de la historia de la moda», explican. Hay que recordar que el traje de flamenca comenzó su andadura iconográfica y formal a partir del siglo XIX desde la evolución del vestido popular festivo de las mujeres gitanas que comercializaban con sus familias sus productos artesanales y productivos.
La fusión entre las líneas populares y la indumentaria burguesa originó un modelo de indumentaria, «el traje de flamenca», que configuró un prototipo de indumentaria que se expandió a todos los festejos populares de la comunidad andaluza. La internacionalización visual del traje de flamenca y sus accesorios se originó a partir de las corrientes orientalistas y románticas que buscaron la originalidad. Desde sus inicios el traje de flamenca ha sincretizado su vinculación a las tendencias de la moda urbana y la alta costura y comenzó su evolución estilística hasta nuestros días.
El traje de flamenca extiende y guarda profesiones artesanales idiosincráticas de la comunidad andaluza propias y características de sus prototipos. El bordado manual andaluz, la aplicación de manualidades de cuero, la realización artesanal del flecado y mantoncillos, el diseño y fabricación de accesorios como zapatos, flores y joyas, conforman un conjunto estético inc uesti onable por r e c onocible e icónico. Por todo piden que sean Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.