Granada, en vilo por las réplicas del terremoto del sábado
Los vecinos aseguran que están «en un sinvivir» por el miedo a más temblores
Cualquier ruido o leve movimiento pone en alerta a un pueblo, el de Santa Fe, que se vio sacudido con un terremoto de 4.4 en la escala Richter el pasado sábado, el segundo más fuerte en España tras el de Lorca en 2011. La tierra de nuevo se movió la pasada madrugada varias veces, y ayer lunes la alarma del despertador de los hogares sonaron con fuerza a las 9 horas con otra «sacudida» de 3.3 grados.
Una de las consecuencias del seísmo del sábado han sido daños leves en varias viviendas y comercios, sin llegar a afectar a estructuras. Y en dos colegios de Santa Fe, el Reyes Católicos y Carmen Sallés, en el que los operarios municipales están arreglando los techos de algunas aulas y galerías de paso. Los dos centros docentes van a estar cerrados hasta el miércoles, aunque sí se seguirá hoy martes impartiendo clases
En Atarfe sí abrieron e impartieron clases con normalidad los colegios del municipio.
A pesar de la llamada a la «calma y la tranquilidad» de los técnicos del Instituto Andaluz de Geofísica de la Universidad de Granada, los vecinos de los dos municipios granadinos se encuentran en «un sinvivir», como asegura el concejal de Turismo de Santa Fe, Carlos Alberto Marcos, quien ha estado desde el primer momento atendiendo a los damnificados y visitando los lugares más dañados con operarios, técnicos, bomberos y miembros de los servicios de Emergencias.
«Por fortuna los daños son más superficiales que otra cosa». Los grupos de whatsapp entre familiares y amigos del municipio tienen mensajes comunes: «otro», «¿has sentido este último?», «yo no aguanto más». «La verdad es que al mínimo ruido o movimiento nos ponemos todos en alerta», insiste Carlos Alberto Marcos.
El Ayuntamiento de Santa Fe ha abierto una oficina donde se reciben las reclamaciones de los vecinos o presentan informes de los daños. «Atenderemos y haremos todo lo que esté de nuestra parte para poder paliar los daños causados. Nunca hemos vivido una situación como esta. Ni los más ancianos recuerdan algo así», dice el concejal.
Los servicios de Emergencias y Protección Civil recomiendan, ante un terremoto, mantener la calma y cortar cualquier situación de pánico o bulo, permanecer en el lugar donde uno se encuentre y buscar estructuras fuertes donde protegerse, no utilizar ascensores y si es en la calle, alejarse de cables eléctricos, cornisas, cristales o elementos que puedan romperse, además de no usar el teléfono a no ser para pedir auxilio.
El Ayuntamiento de Santa Fe ha abierto una oficina donde reclamar daños ocasionados por los seísmos