Un consejero de Cifuentes solicitó los papeles del máster
El consejero de Educación del gobierno de Cristina Cifuentes en la Comunidad de Madrid, Rafael Van Grieken, reconoció ayer ante el tribunal que la juzga por falsedad documental que cuando saltó el escándalo sobre irregularidades en su máster realizó «reiteradas llamadas» al rector de la Universidad Rey Juan Carlos, Javier Ramos, para recabar documentación.
En su declaración como testigo, reconoció que reclamó «la documentación en general» que Ramos había dicho en rueda de prensa que tenían en su poder, y la insistencia en sus llamadas fue proporcional al tiempo que tardaron en remitírsela. «Era un tema importante y había que hacer acopio de esa información», declaró.
Del por qué se involucró en algo particular de Cifuentes y no propio de una Consejería, Van Grieken fue tajante: «Era algo que afectaba al Gobierno regional y se ponía en entredicho el comportamiento de una universidad pública. Era absolutamente de mi competencia el preguntar y el indagar». Con igual contundencia contestó sobre Maite Feito, que era asesora en su consejería y de quien la Fiscalía presume que hizo de nexo entre los intereses de Cifuentes y la universidad. «Yo no envío a la señora Feito», zanjó.
En las testificales de ayer, compareció el catedrático Pablo Chico, quien negó haber ordenado en 2014 a la funcionaria Amalia Calonge que cambiase las notas de Cifuentes para pasar de un no presentado a un notable. Ella insiste en que fue así, pero hasta tres testigos dicen que no tenía competencias en su puesto para ese cambio