Los libreros apuestan en firme por celebrar la Feria del Libro en 2021
Tras la suspensión del año pasado, no quieren tener un segundo año en blanco, por lo que barajan dos fechas: primavera y, si no es posible, octubre
Aspecto de la Plaza Nueva a primeros de julio de 2019, cuando se celebró la última edición de la Feria del Libro
El 2020 fue un año de frustraciones, cancelaciones y aplazamientos. La pandemia del Covid-19 dejó a Sevilla no sólo sin sus principales fiestas, sino que obligó a suspender algunas de sus citas culturales más importantes, entre ellas, la Feria del Libro. Había voluntad para que tuviera lugar: se retrasó a octubre, tras frustrarse su celebración en primavera a causa del confinamiento, pero, finalmente, se tuvo que cancelar ante la segunda ola de la pandemia.
Tras un año en blanco, la intención decidida de la Asociación Feria del Libro de Sevilla, responsable de su organización, es que no se repita esta situación en 2021 y pueda celebrarse el certamen, bien en primavera o, si las condiciones no lo permiten, en otoño.
Para ello, explica la presidenta de esta asociación y librera de El Gusanito Lector, Esperanza Alcaide, «estamos barajando dos fechas que ya hemos reservado con el Ayuntamiento de Sevilla. La primera es entre finales de mayo y primeros de junio, contando siempre con que la curva de contagios haya bajado y haya un porcentaje significativo de la población vacunada».
«Esa es nuestra primera opción», añade Alcaide, pero si en esas fechas la situación sanitaria fuera «muy complicada, la otra posibilidad sería octubre. Las dos fechas ya están pedidas al Ayuntamiento y tenemos una triste ventaja, que al haberse suspendido la Semana Santa y la Feria, la disponibilidad de la Policía Local para finales de mayo y primeros de junio está mucho menos condicionada, por lo que no tenemos que fijar las fechas definitivas con mucha antelación».
El desarrollo del certamen, señala la presidenta de la asociación, se tratará que sea lo «más normal posible respecto a ediciones anteriores, dentro de que hay que celebrarla con aforos limitados y siguiendo las medidas higiénico-sanitarias que marcan las autoridades». Es decir, que junto a las casetas que se instalen en la Plaza Nueva, lugar de celebración de la feria, también se habilitarán espacios para presentaciones de libros y mesas redondas en torno a temas literarios. «La intención es hacerlo con aforos limitados y compartir esos actos en streaming», añade Alcaide, y siempre al aire libre, por lo que se descartan espacios como, por ejemplo, la sala Apeadero del Ayuntamiento, que acogía algunas presentaciones.
La presidenta de la asociación no puede ir más allá de esta intención de realizar presentaciones y mesas redondas, pues en estos momentos la junta directiva de la asociación está trabajando en definir las actividades que podrán llevarse finalmente a cabo. De hecho, aún no han abordado si habrá pregón inaugural y si lo dará el designado para la última edición que no llegó a celebrarse, el escritor sanluqueño Eduardo Mendicutti.
Pero más allá de estas cuestiones, la que será la principal novedad de la próxima edición de la Feria del Libro será que el recinto que ocupen las casetas y los escenarios para actos al aire libre tendrá que estar perimetrado para garantizar unas limitaciones de aforo y la distancia social e higiénico sanitaria entre los visitantes.
Recinto perimetrado
«Hay que perimetrar con vallas o con cintas y entrar y salir por un sitio determinado, contar con cabinas higienizantes que dispongan de gel hidroalcohólico y limpieza de pies para acceder al recinto, que tendrá un aforo limitado. Tendrá que haber un control de accesos».
Este aforamiento del recinto de la Plaza Nueva, un lugar irrenunciable para los libreros al considerar que el certamen no funciona tan bien en otros espacios de la ciudad, obligará también a una disposición nueva de la casetas y la determinación de un recorrido unidireccional para garantizar la seguridad de los participantes, tanto público como libreros, editores, instituciones... «En la calle al aire libre y con mascarilla no corremos peligro», indica esta librera, pero «siempre que no haya bullas» en el recinto.
El cumplimiento de las medidas sanitarias y el aforamiento del recinto