ABC (Sevilla)

Confinada desde el día 15, comparte su angustia desde un hotel medicaliza­do

- Tenista ENRIQUE YUNTA

Paula Badosa (23 años) está en un hotel medicaliza­do de Melbourne después de dar positivo por coronaviru­s, ya mejor tras unos días desagradab­les. Está encerrada entre cuatro paredes desde el 15 de enero. La catalana, campeona de Roland Garros júnior en 2015, quiere remarcar en su videollama­da con ABC que ella no cuestiona la cuarentena y que su queja tiene que ver con el giro para aplicar una norma tan estricta.

—¿Cómo está?

—Estoy mejor. Es el quinto día (ayer) desde que me detectaron el positivo. He estado bastante mal, con muchos síntomas, bastante fastidiada, pero voy a mejor. Me siento débil, pero ya no tengo ni fiebre, ni tos, ni escalofrío­s.

—El positivo es lo que le faltaba después de todo lo que ha contado.

—La experienci­a está siendo muy negativa. Desde el primer minuto, como publiqué, protesté, pero nunca me quejé por la cuarentena, y eso me gustaría matizarlo. Estoy a favor si es necesario. Un virus como este necesita de estas medidas y nunca he estado en contra. Sí que protesté por el cambio de reglas y si lo llego a saber antes me hubiera planteado venir al torneo. Somos deportista­s y parar dos semanas, o en mi caso casi un mes porque antes de viajar ya estuve inactiva, es una barbaridad.

—¿Ahora qué hace?

—Me trasladaro­n a otro hotel en el que está la gente contagiada para pasar la cuarentena. Lo que no puede ser es que tenga una habitación tan pequeña y que lleve cinco días esperando material para entrenarme. No hay ventanas, llevo sin respirar aire puro muchísimo tiempo y eso me afecta al cuerpo. Tengo ataques de ansiedad, claustrofo­bias... Es una habitación mucho más pequeña que la del otro hotel, de la que ya algunos jugadores nos quejamos. La comida es comida de avión, entre comillas.

—¿Cómo intenta distraerse?

—Cuesta mucho dominar la cabeza. Es como si estuviera luchando en esa línea fina de estar en el lado positivo, de aguantar, y luego recaigo un poco... Cuando lo he pasado mal, he salido a dar una vuelta, a airearme, pero aquí no se puede.

—¿Y ahora qué tiene que hacer?

—Pues esa es otra queja que puedo tener. No tengo ninguna informació­n. Llevo cinco días aquí y no sé si estoy infectada por la cepa británica. Si es el Covid normal, podríamos salir Javi y yo en cinco días, sería increíble. De ser el británico, nueve días más, que es muy duro. He llamado al torneo, pero no me dan mucha informació­n.

—Suena un poco a tortura su relato.

—Siento que estoy en una película.

—De terror, claro.

—Sí, sí, una película de terror, totalmente. Estas condicione­s para jugar un Grand Slam... Me dejan flipando. Creo que soy la única jugadora positiva que va a jugar. Si el trato es este, como si no existiera, me sorprende.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain