Rafael Carrión (hotelero) «Ahora soy el director, el recepcionista y el administrativo»
Con pagar los gastos que genera el hotel cada mes Rafael Carrión se da por satisfecho. Desde que volvió a abrir La Alcoba del Rey, situado en la Macarena, todo han sido pérdidas. «Es una lucha diaria, estamos bajo mínimos, pero al huésped no se le puede dar un servicio inferior, eso nos obliga a hacer de todo. Yo hay días que soy el director, el recepcionista y el administrativo, todo a la vez», asegura este empresario, que lleva 16 años al frente del hotel con encanto de quince habitaciones y de un edificio de apartamentos turísticos.
«Este es uno de los negocios de la familia, pero es el que sufre más por la pandemia», aclara. A pesar de que tiene la mayor parte de los trabajadores en ERTE, sigue adelante y no quiere pensar en cerrar de nuevo. «Ese periodo sin actividad ha sido muy duro, no sólo por mí, de esto depende mucha gente, incluso otra empresa, que es el restaurante, y del que viven más personas, entre ellas Rosita, que es una chef maravillosa y que necesitaba volver a trabajar. También por ellos decidí seguir en activo, porque la licencia de ambos negocios están vinculadas».
Carrión no quiere ser pesimista y espera la recuperación para otoño. Sus esperanzas están puestas en las vacunas y se aferra a ese compromiso de que el 70% de la población estará inmunizado en verano. «Para nosotros julio y agosto son de baja afluencia, pero en otoño, cuando volvamos a movernos y a viajar, habrá reservas», dice convencido. Mientras tanto, confía en poder aguantar y espera algo más de apoyo del sector público, tanto económico como en la regulación del sector para reducir la competencia desleal.