Perspectiva
un número determinado de edificios en un municipio y posteriormente lo extrapola al total. En Málaga, sin embargo, hemos estudiado todos y cada uno de los edificios, cruzando los datos con el padrón para saber qué tipo de población tenemos en cada distrito. Sólo un 15 por ciento de las construcciones es anterior a 1950 y, por tanto, a las normativas. El estado del parque inmobiliario es bastante bueno.
—¿Puede la normativa evitar la catástrofe?
—En el tema sísmico intervienen muchos factores y es imposible predecir algunos. Que una edificación sea antigua no implica que vaya a ser la más afectada. Todo depende de su proxi
«A la población, tranquilidad pero sin engañar: estamos en una zona de alto riesgo sísmico»
midad al epicentro y de la intensidad del terremoto. Aunque esté bien construido, un edificio nuevo también podría sufrir daños importantes.
—La primera reacción de los granadinos fue huir hacia calles y plazas. ¿Es peor el remedio que la enfermedad?
—Salir de casa es precisamente lo que no hay que hacer. En el seísmo de Lorca de 2011 hubo nueve víctimas y todas estaban en la calle. Ir corriendo con pánico te expone a la caída de cornisas, aleros, tejas o trozos de muro. En caso de un seísmo, si uno está dentro de casa debe quedarse ahí, debajo de una mesa o de la cama. El suelo puede dañarse, pero no se va a caer. En Lorca sólo colapsó un edificio y fue porque estaba muy próximo al epicentro.
—¿Vive la población ajena a los terremotos?
«¿Puede haber un gran terremoto? Sí, pero no sabemos cuándo. Puede ser mañana o en 500 años»
—Donde ya ha habido un terremoto seguro que volverá a haber otro, y donde no lo ha habido nunca, puede haberlo alguna vez. Esa es una máxima entre los expertos. Creo que a la población hay que darle un mensaje de tranquilidad porque hay planes de emergencia preparados, pero no engañarla. Estamos en una zona de alto riesgo sísmico. ¿Puede haber un gran terremoto? Sí, pero no sabemos cuándo. Puede ser mañana o dentro de 500 años.