¿Están en riesgo los monumentos andaluces?
El riesgo está ahí, aunque la calma dure 500 años. Es la idea que repiten una y otra vez los expertos tras los últimos terremotos que han puesto Granada patas arriba y se han dejado sentir en otros puntos de Andalucía. Los sismólogos ya han alertado que las réplicas durarán meses, así que los vecinos deberán acostumbrarse a los temblores y tratar de reprimir ese instinto de supervivencia que esta semana los ha llevado a dormir al raso en calles y plazas.
El pánico, como apunta Juan Antonio Benítez, puede hacernos perder la perspectiva y ponernos en un riesgo mayor del que pensamos. Este arquitecto, jefe del Servicio de Protección Civil de Málaga, está detrás del plan especial de la capital para hacer frente a los terremotos y conoce al detalle cuándo, cómo y qué hacer si el suelo empieza a temblar bajo nuestros pies.
—¿Están las casas andaluzas preparadas para los terremotos?
—Por supuesto. Para algo hay una normativa que es de obligado cumplimiento, como el código técnico o la normativa contra incendios. Vigilar que se cumplan es una de las misiones de los colegios de arquitectos.
—Los edificios antiguos y abandonados han sido los más afectados en Granada. ¿Cuándo empiezan a ser seguras las construcciones en Andalucía?
—En España se empezaron a utilizar las normas sismorresistentes en los años 60. Ha habido varias hasta llegar a la que está vigente, que es del año 2002 y la más exigente de todas. Es muy importante a nivel constructivo porque es la mejor forma de poder hacer frente a los seísmos.
—¿Cómo se aplica?
—Afecta principalmente a la calidad estructural de los edificios, haciendo que las secciones de hormigón tengan cada vez mayores dimensiones y mayor armada. Así se consigue que la resistencia a los movimientos sísmicos, que producen cargas horizontales, sea mucho más alta.
—¿Cómo se evalúa el riesgo en Andalucía?
—El Plan Sísmico andaluz utiliza un sistema de muestreo, es decir, analiza
Uno de los aspectos que estudió el equipo de expertos para diseñar el plan sísmico malagueño fue qué pasaría con lo edificios que son Bien de Interés Cultural y joyas del patrimonio andaluz. Según, Benítez, la historia ha demostrado que los monumentos resisten bien las sacudidas de la corteza terrestre gracias, en parte, a sus imponentes muros. Las catedrales de Málaga y Jaén o la propia Alhambra y el Generalife han resistido estoicamente a movimientos como el gran terremoto de Andalucía, que una Nochebuena de 1884 asoló Arenas del Rey (Granada) y «se dejó sentir en media España», recuerda el arquitecto.