La máquina que escribe como tu autor favorito
«El inconveniente» y «Los días azules» copan los Premios del Cine Andaluz El hacker Chema Alonso ha diseñado una inteligencia artificial capaz de imitar el estilo de cualquier novelista; de momento ha empezado con el Pérez-Reverte de Alatriste
La Asociación de Escritores y Escritoras de Cine de Andalucía, Asecan, entregó ayer los 33º Premios del Cine Andaluz en el Teatro Lope de Vega de Sevilla con el respaldo de la Fundación SGAE, entidad colaboradora oficial de las actividades de la Asociación desde 2012. En un acto retransmitido en directo por streaming y presentado por los periodistas Rafael Pontes y Marta Jiménez, con la participación a distancia de reconocidos miembros de la comunidad cinematográfica andaluza, la película «El inconveniente», de Bernabé Rico, ha sido la triunfadora de esta edición al hacerse con los premios Película; AISGE Interpretación Femenina, para la malagueña Kiti Mánver y Vestuario para Esther Vaquero. Producida por las sevillanas La Claqueta PC y Talycual Producciones, «El Inconveniente» obtiene así el aplauso del sector andaluz.
Por su parte «Antonio Machado. Los días azules», de Laura Hojman, se ha hecho con seis de los premios del Cine Andaluz . Producida por la sevillana Summer Films, este documental obtiene así los premios: Dirección (para Laura Hojman), Guion (para Laura Hojman), Fotografía (para Jesús Perujo), Sonido (para Jorge Marín y José Carlos de Isla), Montaje (Para Laura Hojman y Guillermo Rojas) y Música Original (para Pablo Cervantes).
Otros galardonados
En reconocimiento a los excelentes trabajos actorales de este año, el actor jienense Chema del Barco ha logrado el Premio AISGE Interpretación Masculina por «El plan», de Polo Menárguez; la sevillana Eloína Marcos se hace con el Premio AISGE Interpretación Femenina Revelación por su papel protagonista en «Mi gran despedida», de Antonio Hens; el malagueño Ignacio Nacho consigue el Premio AISGE Interpretación Masculina Revelación por su trabajo en «La mancha negra» de Enrique García; Pedro Casablanc obtiene el Premio AISGE Interpretación Masculina de Reparto (por «Explota explota», de Nacho Álvarez); y la jienense Natalia de Molina se hace con el Premio AISGE Interpretación Femenina de Reparto por «Las Niñas», de Pilar Palomero, película de Inicia Films y BTeam Pictures, que logra también el Premio Película sin Producción Andaluza.
Entre los premios técnicos, el Premio Efectos Especiales es para Israel Millán por su trabajo en «Para toda la Muerte» de Alfonso Sánchez.
En la década de los cincuenta, el matemático Théo Lutz y el lingüista Max Bense lograron que un ordenador pergeñara unos cuantos versos en alemán con el vocabulario sacado de «El castillo», de Kafka. Aquel experimento pasó a la posteridad como el primer poema computacional, y desde entonces hasta hoy las relaciones entre creación literaria y programación no han hecho más que crecer y extenderse en varias direcciones. Ya en su día el mismísimo Antonio Machado imaginó la posibilidad de que una «máquina de trovar» saciara el apetito lírico de las masas, un cachivache que ya no suena a locura. Sueño para unos, pesadilla para otros, en el horizonte está la certeza de que algún día los robots sabrán escribir literatura. Si lo harán mejor que nosotros, esa es otra historia.
Aunque aún estamos lejos de esa arcadia tecnológica, cada vez tenemos más instrumentos que desafían los límites de la escritura y nos obligan a plantearnos cuánto hay de inimitable en el arte humano. Qué no podrá igualar la informática nunca. Para el caso, el último hito del hacker Chema Alonso, que ha creado un sistema de inteligencia artificial (IA) capaz de copiar el estilo de cualquier autor. Según explica el informático al otro lado de la pantalla, la idea es que el programa coge cualquier texto y lo modifica atendiendo al registro léxico y a las construcciones gramaticales que usa una firma concreta. De momento, su modelo es el Arturo Pérez-Reverte de Alastriste, aunque esta herramienta, subraya, puede adaptarse a cualquier voz. Al invento lo ha bautizado como Proyecto Maquet.
Todo empezó, tal y como cuenta el ingeniero, en septiembre de 2020, cuando empezó a coquetear con este tipo de artilugios. Entonces, se le ocurrió que sería interesante generar un sistema para adaptar textos «al estilo de», y decidió empezar por una de sus sagas favoritas. «Llamé a Pérez-Reverte y me dijo que adelante», recuerda. Después de aquello se lanzó a programar, y entrenó la IA con el vocabulario de las novelas protagonizadas por Diego Alatriste y Tenorio. Lo siguiente que hizo fue escribir un cuento con Íñigo Balboa y el espadachín Malatesta como personajes centrales, y pasarlo luego por este singular filtro para «revertizarlo».
Ahí va una muestra de las capacidades de este algoritmo. La narración original arrancaba así: «Las callejuelas de