Alemania abre la puerta a las vacunas rusa y china
Portugal supera el umbral de los 13.000 muertos por coronavirus y la situación en las morgues está ya más que al límite. Se trata de un paisaje dantesco, propio de una película de Steven Soderbergh o Jordan Peele pero con el sello de la más cruda realidad.
Las cifras de fallecidos todavía tardarán unos días en dar una tregua a las autoridades sanitarias lusas y la acumulación de cadáveres comienza a ser tan difícil de sobrellevar que ya se manifiesta en la saturación de los depósitos. Entonces surge una interrogación un tanto macabra: ¿Qué hacer con los cuerpos que no caben en las cámaras antes de su incineración, ritual aconsejado en estos tiempos para evitar los entierros por el riesgo de contagio al reunirse los familiares?
El epicentro de la pandemia en Lisboa parece marcar el camino. El Hospital de Santa María ha sido pionero en adoptar una decisión dura, pero que alivia el agobio del edificio de la saturación que lo atenaza. Y es la ubicación de un bloque anexo con módulos exclusivamente diseñados para albergar cámaras frigoríficas.
Contenedores marítimos
Lo que están haciendo no es apostar por la construcción de bloques ya que tardaría más y no llegarían a tiempo para poner una solución sobre la mesa. En su lugar, han optado por utilizar contenedores marítimos altamente refrigerados y similares a los que transportan la comida en los barcos. De esta forma, van dando salida como pueden al aluvión de víctimas mortales. Por tanto, ahí se guardan los cuerpos sin vida de las personas que no pudieron superar la infección, en espera de que el turno de las incineraciones avance poco a poco y su lista de espera se vaya reduciendo.
Otros hospitales de Lisboa, con una
Sputnik V tiene una efectividad del 91,6%
Apenas un día después de la cumbre de vacunación alemana, una videoconferencia en la que la canciller Angela Merkel se reunió con representantes de todos los laboratorios implicados en la fabricación de las vacunas, se prestó a las preguntas sobre el estado de la campaña de vacunación y a explicar nuevamente la estrategia de su Gobierno, adaptada al retraso en la entrega de las dosis. «No podemos tener un calendario de vacunación rígido», dijo en una entrevista concedida a la cadena de televisión pública alemana ARD. «Las vacunas se producen bajo alta presión y las predicciones exactas sobre las cantidades exactas no se pueden hacer con mucha anticipación, de manera que tenemos que modelarlo, tenemos que adaptarlo dinámicamente», explicó. El reparto de dosis será flexible, pero «a finales del verano, todos deberían haber recibido ya una oferta de vacunación. Si se aprobaran más vacunas, esta fecha podría avanzar. Pero también existen riesgos», fue su única promesa.
Merkel abrió la puerta al uso en Alemania de la vacuna rusa Sputnik V, de la que ayer se dieron a conocer los resultados frente a la infección por coronavirus. Según los resultados de la última etapa de un ensayo clínico publicado en la revista «The Lancet», la vacuna rusa Sputnik V tiene una efectividad del 91,6%. Igualmente se dejó entrever una postura abierta al fármaco desarrollado en Pekín al subrayar que un país como «Serbia está vacunando más rápidocon la vacuna china».