LOS «PIERDETRENES»
Y perdimos también el tren de las pensiones con un fondo turístico estatal estilo noruego
HAY personas especialistas en perder trenes. Trenes de esos que solo pasan una vez pero te esperan pacientemente en la estación por si acaso corres en el último instante para cogerlos. Trenes que incluso avisan varias veces antes de salir pero para no volver. Trenes que estarían dispuestos a llevarte al fin del mundo sin pedir casi nada a cambio con tal de que lo cojas a tiempo... En definitiva trenes que te pueden cambiar la vida pero que por «h» o por «b» se pierden. En España, somos por naturaleza «pierdetrenes». Dejadez, me temo. Y, en concreto, el tren de las pensiones si no lo hemos perdido ya definitivamente poco nos queda.
El caso es que el sistema español está teniendo año tras año grandes dificultades para mantener el nivel de ingresos necesario para poder hacer frente a los gastos disparados por las nóminas crecientes de los jubilados, pero hoy más si cabe como consecuencia de la pandemia. En cifras –las que pone sobre la mesa BBVA Research–, el sistema tendrá un déficit del 3,2% del PIB en 2020. Es decir, un agujero de más de 35.795 millones, que no podemos tapar. Nos estrujamos las meninges año tras año pero el resultado siempre es el contrario.
El caso es que nos las estrujamos poco. Hubiese sido tan fácil como haber mirado tiempo atrás a nuestro alrededor y haber cogido el mismo tren que otros países para paliar el problema del pago a sus pensionistas. Cada cual con su estilo y sus características económicas, pero a imagen y semejanza de aquello que ya funciona. Los noruegos, por ejemplo, disfrutan de una, digamos, «hucha» estatal para sus mayores que se nutre de los ingresos de los recursos de petróleo y gas del país en el mar del Norte. Un fondo «perse» que se creó en los años 90 para dar al Gobierno margen de maniobra en la política fiscal en caso de que bajasen los precios del petróleo o se contrajera la economía continental. Hablar hoy del megafondo soberano noruego –Government Pension Fund of Norway, cuyo brazo ejecutor es el Norges Bank, vinculado al Banco Central de Noruega– es hacerlo del mayor fondo soberano del planeta que vuelca sus retornos en las pensiones de sus ciudadanos. De entrada es el único que gestiona en torno al billón de euros –casi el PIB de España–, y que con un capital inicial de 11.090 millones, desde entonces, ha logrado una rentabilidad media del 5,91%.
Pues.. España logró batir en 2019 por séptimo año consecutivo su récord de turistas, con 83,7 millones de visitantes. Esos viajeros extranjeros gastaron ese ejercicio 92.278 millones de euros. Por contra, a cierre de 2020, recibimos la cifra más baja de turistas desde 1969. En total, llegaron tan solo 18,9 millones, un desplome del 77% frente a un año antes. ¿Se imaginan si nuestro país hubiese cogido el tren de un fondo estatal turístico para revertir después los rendimientos en sus pensionistas? Ya no. Lo dicho, otro tren perdido.