Iceta asume que se equivocó al defender el «derecho a decidir»
El nuevo ministro de Política Territorial se estrena defendiendo la mesa de gobiernos
Lo que debería ser normal, que el Gobierno responda a las preguntas de la oposición en el Parlamento, se ha convertido en un «rara avis» que ayer encarnó el nuevo ministro de Política Territorial, Miquel Iceta. Hay que reconocerle al primer secretario del PSC que no se mostró esquivo y que en su primera sesión de control se remangó y entró de lleno en cada batalla.
Primero, en las preguntas parlamentarias de Macarena Montesinos (PP), Laura Borràs ( Junts per Catalunya) e Inés Arrimadas (Ciudadanos), y después, en una interlocución frente a Gabriel Rufián (ERC) en la que incluso el portavoz republicano elogió su talante parlamentario. Lo hizo pese a que el ahora ministro reconvino a su «yo pasado» y admitió que se equivocó al abogar por el «derecho a decidir».
Ha tardado años, pero por fin comprendió que tras esa frase se escondía un eufemismo para lograr un fin por cualquier medio: la independencia.
Iceta se acordó del fallecido Alfredo Pérez Rubalcaba, ex secretario general del PSOE, a quien situó como el responsable del cambio de criterio del PSC para dejar de apostar por una reforma constitucional que diese cabida a un referéndum de secesión en España. Ahora, y así lo reiteró en su cara a cara con Rufián, es partidario de emprender una modificación de la Constitución para avanzar al federalismo.
Una idea, sin embargo, para la que advirtió de que son necesarias amplias mayorías, consenso y cumplir con lo establecido en la propia Carta Magna para su renovación. El escenario para un cambio de ese calado se antoja complicado, pero Iceta subrayó en todo momento que su acción al frente de Política Territorial se adherirá a la ley.
Rufián, camelado por momentos, disgustado por otros, le aplaudió su forma de debatir y que contestase a todas sus cuestiones, pero le recriminó que le echase «a la cabeza» la Constitución y la ley. Le preguntaba, apelando a «eso que dice solo cuando no
«Decían derecho a decidir, pero era autodeterminación. Si hubieran empezado así, no nos habríamos equivocado»
le oyen», si de verdad considera «un grave error político poner urnas».
«Sí, fue un error político grave. Saltarse la ley es el peor error político que se puede cometer», respondió firme Iceta, quien en varias ocasiones arrancó aplausos de la bancada socialista. El entusiasmo en Unidas Podemos, que un día antes volvió a defender ese llamado «derecho a decidir», no era tan evidente. No obstante, en sus respuestas a PP, JpC y Cs, Iceta reiteró su idea de que en España existen diversas «naciones». Como argumento de autoridad citó a Manuel Fraga, para quien «nacionalidades» y «naciones» eran lo mismo.
Críticas de la oposición
Montesinos y Arrimadas exhibieron desconfianza ante un ministro que no hace tanto defendió los indultos a los presos del «procés» y que ayer sí insistió en que el 1-O no debieron enviarse a la calle las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para detener el referéndum ilegal. De los indultos se limitó a amparar su tramitación, obligatoria por ley. Nada dijo del fondo.
Sí reivindicó la mesa de gobiernos como el mejor cauce para el «diálogo dentro de la ley» sin importarle que ERC hable de «amnistía» y «autodeterminación». Tampoco censuró que la candidata de JpC incidiese en la supuesta «represión» del Estado, aunque sí avisó a Borràs de que para que arraigue el entendimiento son necesarios dos interlocutores que lo deseen.