El secesionismo se enreda con la vuelta a la unilateralidad de 2017
Los tiempos y los ritmos dividen a los partidos que defienden la independencia
Tres años y cuatro meses después del referéndum secesionista catalán, los partidos políticos que lo impulsaron y organizaron, desde la Generalitat y fuera de las instituciones, siguen atrapados en la telaraña discursiva que, principalmente, marca Junts y que se limita a proponer, una vez más, una declaración unilateral de independencia (DUI). Situación animada por la salida de la cárcel de los presos condenados por aquellos hechos y que escenifican, más si cabe, una vuelta a 2017.
Ni Junts, ni ERC, ni la CUP y menos, todavía, el PDECat explican cómo llevar a cabo con éxito –ahora, en 2021– una propuesta que fracasó entonces, sigue sin tener respaldo legal y está falta de apoyo popular.
Sin embargo, Pere Aragonès (ERC), Dolors Sabater (CUP) y Àngels Chacón (PDECat) siguen atrapados en la red creada por Laura Borràs ( Junts). «Será necesario que todos los actores del independentismo hagan los preparativos necesarios para hacerla efectiva [la DUI] y deben culminar con la activación de la declaración de independencia firmada el 10 de octubre de 2017 y votada en el Parlamento», señaló Borràs el fin de semana. Unas palabras que, casi letra por letra, corresponden a la propuesta que Junts lleva, negro sobre blanco, en su programa electoral: «En la medida que de las elecciones resulte una mayoría suficiente, del 50 por ciento de los votos emitidos, y suficientemente comprometida con la vigencia del mandato vinculante del referéndum de autodeterminación del Primero de Octubre, hará falta que todos los actores del independentismo hagan los preparativos necesarios para hacerlo efectivo y que han de culminar con la activación de la Declaración de Independencia firmada el 10 de octubre de 2017 y votada por el Parlamento el 27 de octubre siguiente».
«Chantaje» al Gobierno
Y, por lo tanto, la unilateralidad y el «chantaje» al Gobierno de España siguen encima de la mesa. «De confirmarse la negativa [del Gobierno] a negociar [un referéndum de independencia], el futuro gobierno ha de estar plenamente dispuesto a tomar, en respuesta, las decisiones unilaterales que correspondan», se incluye también en el programa de Junts para el 14-F.
Con este horizonte, ERC intenta mantener cierta distancia dialéctica con Borràs y Junts. Defensa de la secesión de Cataluña, pero sin incidir en las vías unilaterales. Sin embargo, el programa electoral de Aragonès (ERC) no difiere mucho del de Junts: «Conviene prepararse, todavía con más motivos, para un eventual escenario de referéndum no acordado. El Estado ha de saber que su negativa a negociar un referéndum, si perdura en el tiempo, puede desembocar en una acción unilateral del independentismo. Este escenario exigirá, pese a esto, un apoyo muy mayoritario, y su operatividad y eficacia dependerán siempre de la acumulación de apoyos, electorales en primer lugar, pero también institucionales, sociales, económicos y mediáticos. Así como del ejercicio de desobediencia civil, una herramienta totalmente válida y democrática».
Y añaden que «la unilateralidad es viable y tiene sentido en la medida que la hacen posible la voluntad, la determinación y una fuerza democrática imbatible por su compromiso, por su capacidad organizativa y por la capacidad de seducir e interpelar una mayoría social y política». Por ello, aunque no es «el escenario» que desean
Programa electoral de Junts «El futuro gobierno ha de estar plenamente dispuesto a tomar, en respuesta, decisiones unilaterales»
«Podemos hacer las DUI que queramos, pero si no hay estructuras de Estado no se puede hacer efectiva»
los de Aragonès, pues prefieren el modelo escocés, no renuncian a la vía unilateral porque, argumentan, «teniendo en cuenta cómo es el Estado español, sería lo mismo que renunciar a la independencia».
Las diferencias, así, son de velocidades. Unos matices que permiten a ERC calificar de «independentismo mágico» la propuesta Junts –que no concreta cómo llevarla a cabo, por otro lado–. Pero que centran el debate entre los partidos secesionistas en el terreno de juego marcado por Borràs. «Todos los que digan que esto no es posible lo que están diciendo es que no trabajarán para hacerlo posible. Nosotros estamos para hacerlo posible. De independentismo mágico nada, es independentismo valiente», se revolvió este lunes la candidata de Junts.
La CUP y el PDECat
En esta telaraña, la CUP y el PDECat corren el riesgo de quedar fagocitados. Los antisistema señalan en su programa electoral que «la DUI ha sido un anhelo sin capacidad práctica de publicación ni de recorrido de interpelación al entorno no convencido (...) ni para sostenerla pese a que hasta nosotros quisiéremos aplicarla inmediatamente». La CUP cree que solo «desbordando» al Estado –sin explicar cómo hacerlo– se conseguirá un referéndum vinculante. Chacón (PDECat), ayer, fue clara y tajante: «Podemos hacer las DUI que queramos, pero si no hay estructuras de Estado no se puede hacer efectiva. No es necesaria más frustración». Atrapados en 2017.