El «efecto PlayStation» ya recorta la producción en 4 plantas españolas
La escasez de chips, derivada del Covid, el auge de las consolas y el teletrabajo, puede dejarse notar durante los próximos doce meses
na pieza minúscula está creando un gran problema a los fabricantes de vehículos en todo el mundo, España incluida. Ya son cuatro plantas, la de Seat en Martorell, Stellantis en Figueruelas y Madrid, y Ford en Valencia, las que han anunciado ajustes en la producción por la escasez de chips semiconductores, mientras que a nivel global ha afectado también a fabricantes como Toyota, Daimler y Nissan. El impacto se dejará notar durante buena parte del año.
La carestía es fruto de una tormenta perfecta de factores, desde la guerra comercial entre China y Estados Unidos hasta el fuerte despegue de la informática de consumo para el entretenimiento, además del teletrabajo. Consolas como la PlayStation5 y la Xbox Series X –que también están sufriendo la escasez–, teléfonos inteligentes y ordenadores portátiles compiten por llevarse unos dispositivos con cada vez más presencia en los automóviles, puesto que controlan un enorme abanico de sistemas, desde los pretensores de los cinturones de seguridad a los sistemas de asistencia a la conducción. Aunque el principal motivo, según coinciden fuentes empresariales y analistas, es la pandemia del coronavirus.
U«(La escasez) se debe a una mezcla de factores que han coincidido en el tiempo», explica Cristóbal Colón, socio responsable de automoción de la consultora estratégica Roland Berger. Por un lado, el coronavirus ha alterado las cadenas de suministro tanto de los fabricantes de automóviles como de los productores de chips, lo que ha hecho que, a su vez, la planificación se haya alterado. «También ha afectado que la recuperación del sector de automoción en el tercer y cuarto trimestre de 2020 haya sido mayor de lo esperado, haciendo que los fabricantes de chips no puedan hacer frente a la demanda». Colón apunta a este factor como el principal motivo, aunque fuentes empresariales señalan directamente al «boom» de la nueva generación de consolas dentro, eso sí, de una auténtica «ensalada» de causas.
«El principal problema es que los grandes proveedores de estas compañías son en su mayoría chinos y, a efectos de abastecimiento, los fabricantes están priorizando el envío de pedidos para su mercado interno y para Estados Unidos», apunta por su parte Marc Saenger, director de financial advisory de Deloitte y experto en el sector de la automoción. «Desde el verano, el principal objetivo de todos los fabricantes, tanto asiáticos como europeos y americanos, ha sido reconstruir su stock para servir a sus clientes, de forma que se están haciendo compras masivas. China está priorizando Asia y América a la hora de cargar barcos y esto está creando dificultades a los importadores europeos para traer estos productos».