Hacienda pierde 105 millones por la subida de impuestos
gradual». «Es difícil de anticipar, porque depende de cómo se comporte la demanda, pero los tiempos de fabricación de chips nuevos son bastante altos, en torno a doce meses, por lo que es previsible que hasta finales de este año no se solucione», cree por su parte Cristóbal Colón, de Roland Berger. Según McKinsey, el mercado de semiconductores para automoción alcanzó en 2019 los 400.000 millones de euros. En la actualidad, los vehículos llevan una media de 50 (por valor de 400 a 1.000 euros por coche), y más cuanto más tecnológicos sean. De ahí que, por ejemplo Seat haya decidido compensar por ahora la reducción de producción del León con más unidades del Ibiza y el Arona. Y son claves en los vehículos eléctricos, puesto que en ellos depende también de los chips un factor importante como es su autonomía.
Los efectos de la crisis amenazan con transformar a medio plazo la cadena de suministro de este tipo de componentes, cada vez más importantes en los vehículos, y que por ahora están en su mayoría en manos de fabricantes asiáticos. Sin embargo, un informe de la consultora IHS Markit alerta del riesgo de que se genere un «pánico» que se traduzca en una demanda mayor a la necesaria, con el objetivo de hacer acopio. «Las órdenes infladas llevarían a los proveedores a malinterpretar el mercado, lo que puede desbalancear el equilibrio entre oferta y demanda y conducir a una mayor escasez en el primer semestre de 2021».
La subida del impuesto de matriculación, efectiva desde el pasado 1 de enero como consecuencia de la aplicación del protocolo de emisiones WLTP, ha provocado un importante descenso de los ingresos en las arcas del Estado. Desde la asociación de concesionarios Faconauto han calculado que tan solo en el mes de enero Hacienda ha dejado de ingresar alrededor de 105 millones de euros, debido a la caída de matriculaciones provocada por esta subida impositiva, ya que, según sus previsiones, el número de vehículos matriculados en este primer mes del año podría haber sido de 36.000 más, de no haberse aplicado la nueva tributación.
La patronal de los concesionarios pide por ello medidas al Gobierno, con el objetivo de que el sector de la automoción sea una palanca de crecimiento hacia la salida de la crisis, para impulsar las ventas, seguir aportando a las arcas públicas «y no detener ni la renovación del parque ni la transición hacia una movilidad descarbonizada». Desde Faconauto afirman que «se puede revertir la situación buscando fórmulas para evitar el impacto de la subida del impuesto de matriculación sobre los compradores», tal y como ya se ha hecho en otros mercados de referencia, como en Italia y Francia. Piden además que se utilicen los 200 millones de euros sobrantes del Plan Renove 2020 en una nueva edición «con alguna mejora», y así poder frenar la tendencia negativa del sector, que «previsiblemente, se acentuará en este primer trimestre del año».