Diplomacia
los dirigentes políticos abriendo la puerta a la utilización de la vacuna rusa Sputnik V.
Tanto la canciller alemana Ángela Merkel, como el presidente francés Emmanuel Macron, o incluso ayer mismo la nueva ministra española de Sanidad Carolina Darias, se han mostrado favorables a la utilización del preparado ruso. Durante su primera intervención en el Congreso como titular de esta cartera la ministra dijo que «vamos a recibir con entusiasmo cualquier vacuna que tenga la autorización de la EMA, ese es el único margen». De hecho, todos los dirigentes que se han referido a esta posibilidad han antepuesto el criterio de que la Sputnik, que según los estudios reconocidos por la revista «The Lancet» tiene una efectividad del 91,6%, sea aprobada formalmente para su uso comercial por la Agencia Europea del Medicamento (EMA). El estudio hecho por Rusia en el que se basa este porcentaje, sin embargo, se refiere solamente a un grupo muy pequeño de personas y según los expertos contiene numerosos interrogantes sobre la metodología y la técnica con la que se ha llevado a cabo.
La vacuna se ha cruzado en un momento tenso por el escaso respeto a los derechos humanos
El autócrata ruso Vladímir Putin ha ofrecido ya a la Unión Europea 100 millones de vacunas y también ha enviado a Alemania expertos oficialmente para estudiar la posibilidad de que la empresa farmacéutica alemana IDT Biologika, ubicada en el estado de Sajonia-Anhalt, pudiera producirla en sus instalaciones. También se ha difundido la información de que el Russian Direct Investment Fund (RDIF), que es oficialmente la entidad que gestiona la producción de Sputnik-V solicitó la aprobación por parte de la EMA a finales de enero, lo que calificó de «un hito importantísimo» en la lucha contra el Covid-19 cuando en realidad lo único que ha habido han sido solamente «contactos preliminares» para iniciar formalmente este proceso de aprobación comercial tal vez en los próximos días. La EMA, por su parte, se comprometió a anunciar oficialmente el inicio del proceso de análisis de la vacuna, cosa que no se ha producido todavía. Las diferencias en la metodología científica de los laboratorios rusos con los occidentales son todavía muy grandes y por ahora Moscú mantiene una actitud opaca respecto a los métodos de sus principales laboratorios.
Sin embargo, es un hecho que los planes iniciales de la Comisión Euro