Secuestran y torturan a un matrimonio para robar su casa
Iban a pasar un idílico fin de semana en Segovia, pero vivieron un infierno de nueve horas de torturas. Un matrimonio madrileño fue secuestrado el 19 de enero del año pasado por una banda. Los delincuentes, vestidos de policías, los detuvieron mientras circulaban por la N-110 y pistola en mano los metieron a cada uno en un coche, con una careta. Durante dos horas los llevaron por carretera hasta encerrarlos en un contenedor de mercancías. Allí, se ensañaron con ambos, a la vista del otro, hasta que consiguieron las claves de seguridad, la llave y toda la información para desvalijar su chalé. Luego los soltaron, amenazando con matarlos. Él es un empresario de la construcción y el «santo» lo habían dado dos hombres de negocios de su círculo, ni siquiera enemigos.
La UCO y la Comandancia de Segovia lograron reconstruir el itinerario de los captores en esos coches, un viaje de más de 200 kilómetros siguiendo cada uno de los posibles recorridos por carretera desde Segovia a Toledo. Les condujo hasta un contenedor de barco en una finca de Fuensalida (Toledo), que pertenecía a uno de los captores.
Supieron entonces que estaban ante un grupo organizado, de más de cuatro personas con disciplina militar para repartirse tareas: selección de víctimas y escenarios, coches, vigilancias y valoración del botín potencial. Dos de ellos tienen antecedentes policiales graves, incluido un homicidio.