«Qué mal viene una pandemia a mi edad»
La actriz presenta en el teatro Lope de Vega «La habitación de María», una obra escrita por su hijo, Manuel Martínez Velasco, donde interpreta a una escritora que sufre de agorafobia. Con tres funciones se reanuda la programación en este espacio
Está en Despeñaperros, es por la tarde, tiene antojo de unos churros con chocolate y el bar en el que ha parado está ya cerrado. Mala suerte. Molesta en un principio por no poder satisfacer su deseo vespertino, cambia la incomodidad por carcajada al hablar de la obra que presenta en el teatro Lope de Vega, «La habitación de María», los días 5, 6 y 7 de febrero. La gente mayor, dice, pasa mucho tiempo encerrada y subirse a un escenario parece ahora una experiencia de alto voltaje. Viene de interpretarla en Madrid, pero pronto vuelve a estar ávida de un nuevo aplauso. Teme el temor de otros. Y que este les frene a algunos a la hora de dirigirse este fin de semana al teatro, por eso recuerda entusiasmada que no se conocen contagios en los patios de butacas. Frente a este, el de la avenida del Parque de María Luisa, actuó a finales de los años 50 como bailarina en el «Fausto» de Alfredo Kraus. Los recuerdos entonces se le van agolpando y la frustración churril se evapora de su mente.
No podemos adelantar demasiado acerca de la obra que ha escrito su hijo, Manuel Martínez Velasco, y que dirige José Carlos Plaza. De lo contrario, alguien podría llevarse un tirón de orejas: «Cuando veo al presentador de un programa de Telemadrid, uno que me gusta mucho y que veo a menudo, contar la película antes de que empiece, aprovecho para ir al baño. No sean ustedes pesados, por favor. No me destrocen la trama, que la quiero disfrutar yo solita. Quiero tomar mis propias decisiones como espectadora. Que me dejen pensar. ¿Quién quiere tanta información antes de ver nada? Últimamente, parece que hay quien necesita saber mucho más que la sinopsis antes de empezar. Que le cuenten quién es el asesino, vaya, para así verla sin sorpresas. Eso me pone muy nerviosa».
Si les parece, que explique mejor ella lo que se puede contar: «Esta vez mi personaje es el de una escritora muy famosa que tiene agorafobia y lleva 43 años sin salir de su casa. No se dice el por qué, eso es un misterio de momento. Se entiende, ¿verdad? Es rica, está escribiendo una novela que se llama “La habitación de María”, la cual dice que será la última en su carrera, cuando se produce un incendio en su casa. Entonces cambia todo, entra por televisión para hablar con una presentadora, con los bomberos, con la gente, en definitiva. Y ella no quiere salir. No es que no quiera, es que no puede. Y hasta aquí llego, porque es un thriller. Pero de esta situación parte toda la trama. La escribió mi hijo hace cuatro años. Cualquier similitud con lo que estamos viviendo es una mera coincidencia». A lo que añade: «Para que se hagan una idea, está más cerca de “Robinson Crusoe” y de “La Isla de Nim” que de eso».
Cultura contra el miedo
Concha Velasco no quiere hablar mal por aquí de nadie. Yo le planteo lo que sembró el pasado 24 de enero al despedirse del teatro Reina Victoria, en Madrid, donde celebró la presencia entre los asistentes de José Manuel Rodríguez Uribes, ministro de Cultura, dejando caer un sonoro «al fin». Pero ella, que ha venido a hablar de su libro, recuerda que los protagonistas son su hijo, quien anteriormente la ha dirigido en «El funeral», ella y el productor, Jesús Cimarro, que «no se ha echado para atrás en ningún momento. Si ha tenido que hacer la función para 40 personas, la ha hecho. Es el verdadero héroe del proyecto, porque sin su interés desmedido lo más recomendable económicamente sería parar. Esperar a que se pueda trabajar en mejores condiciones. Que la gente se quede con eso y dejemos de hablar de política y de ministros». El sector de la cultura se resquebraja día a día. ¿Recuerda algún momento en el que estuviese tan en peligro el colectivo que a ella se dedica? Medita un instante, y responde: «El problema de ahora es muy diferente a los que hayamos podido tener en otros tiempos. Siempre que he ido a este enclave lo he llenado y he triunfado, para qué voy a decir lo contrario. Ahora tenemos solo media entrada y muchos no querrán ir por miedo a salir. Esto de no saber si funcionará la taquilla por motivos ajenos a nosotros es algo novedoso para mí, que empecé en esto a finales de los años 50 y me he recorrido todo el país varias veces, actuando, recogiendo premios, viendo a otros compañeros... Fíjate si llevo tiempo. No sé si seré la mejor, pero desde luego soy la que tiene una trayectoria más larga y variada», apunta.
La actualidad, confiesa, también se le hace bola cuando aprieta el mando a distancia: «Desde el pasado mes de marzo, en la televisión solo veo pelí
«A veces he pensado en dejarlo, pero vuelvo a tener más proyectos tras este»