Muere Vicente Lleó, historiador que vio Sevilla como la «nueva Roma»
Este catedrático fue comisario de la exposición del 75 aniversario de ABC
Vicente Lleó Cañal estudió la importancia que tuvo el reflejo de una sociedad tan destacada como la de la Sevilla renacentista en las obras de arte
Vicente Lleó Cañal (Sevilla, 1947-2021) falleció en la madrugada del pasado viernes de la misma forma en la que siempre vivió, alejado de cualquier protagonismo. Atrás queda un gran legado cultural aportado por este catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla que fue un profesor atípico y que realizó una labor de investigación imprescindible para conocer la Sevilla de finales del siglo XVI y principios del XVII.
Comenzó ocupando su cátedra en el año 1997 como docente en la Facultad de Geografía e Historia. Anteriormente, había sido catedrático en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Sevilla (1983-1997). Fue asimismo ayudante de investigación (1982-1983) del profesor John Elliott en el Institute for Advanced Study de Princeton (New Jersey). En 1985 desempeñó el puesto de Visiting Professor en el Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Michigan. En 1987 fue Senior Visiting
Fellow del Center for Advanced Study in the Visual Arts de la National Gallery of Art, Washington D.C.
La relación que mantuvo Lleó con ABC de Sevilla fue siempre estrecha y cordial. De ahí que este prestigioso catedrático y la también profesora de Historia del Arte Fátima Halcón —que era su discípula— fueran comisarios de la exposición «75 años. Sevilla y ABC en 1929», que se organizó en el convento de Santa Inés en el año 2004, coincidiendo con el 75 aniversario de ABC de Sevilla. La muestra recibió miles de visitas y reunió ilustraciones de la revista «Blanco y Negro».
El también catedrático de Historia del Arte Enrique Valdivieso ha lamentado el fallecimiento de su compañero. «Ha sido un profesional que ha dispuesto de una clarividencia para ver la evolución y desarrollo de los fenómenos artísticos en la sociedad».
Asimismo, este profesor comenta que la mayor aportación de Lleó como investigador del Arte la recogió en su tesis doctoral, que tituló «Nueva Roma. Mitología y humanismo en el Renacimiento sevillano», que posteriormente la Diputación publicó en un libro que hoy día es imprescindible para entender esa época. Dicha tesis fue dirigida por la profesora Concepción García Gaínza. «Esa nueva Roma era la Sevilla de los últimos años del siglo XVI y principios del XVII. Esta ciudad, patrocinada por gente muy importante que escribía y se reunía en academias, pudo discernir que los principios del pensamiento clásico se habían instalado en Sevilla de forma provechosa. Todo ello tuvo como centro una academia donde fue fundamental el duque de Alcalá, que patrocinó eventos literarios, de filosofía, arte, etc.».
Comenta también el autor de «Historia de la pintura sevillana» que Vicente Lleó «era un hombre que escribía muy bien. Tenía muy buena pluma y muy buena cabeza, además de que era muy clarividente a la hora de discernir la situación política». Ese don de escritura explica por qué este catedrático ingresó en 2007 en la Real Academia Sevillana de Buenas Letras con un discurso titulado «Ut pictura poesis. Pintores y poetas en la Sevilla del Siglo de Oro». Además, era académico correspondiente de la Real Academia de la Historia.
Para Valdivieso, una de las principales virtudes de Lleó Cañal era que «se introdujo en caminos poco habituales
Según Valdivieso, Lleó supo ver «la evolución y desarrollo de los fenómenos artísticos en la sociedad»
ROCÍO RUZ
en el arte». «Estudiar las sociedades y cómo influyeron en el proceso cultural fue algo novedoso. Esa Sevilla que Vicente estudió coincidió con un momento esplendoroso de la ciudad, ya que estaba en pleno apogeo del comercio con América. También la capital movía muy bien los recursos agrarios. Fue una época de oro para la cultura y el arte».
Alejado de la burocracia
Preguntado por cómo era Lleó en las distancias cortas, este catedrático lo define como «un prototipo de universitario muy peculiar e individual». «Era una persona que se limitó a concentrarse en su trabajo, no buscó nunca ni puestos ni cargos. No fue un medroso como muchos otros que son mediocres. Se alejó del aspecto administrativo-burocrático de la Universidad para centrarse en la docencia. Sus alumnos lo recuerdan por la clarividencia con que supo enfocar el fenómeno artístico».
Aparte de su libro «Nueva Roma», que es su obra más destacada, publicó otros trabajos como «La Casa de Pilatos» (1998) y «El Real Alcázar de Sevilla» (2002). Asimismo, editó artículos en revistas españolas y extranjeras como «Archivo Español de Arte», «Reales Sitios», «Boletín del Museo del Prado», «Fragmentos», «Napoli Nobilissima», «Revue de l’Art» y «Burlington Magazine», entre otras.
Concluye Valdivieso diciendo que Vicente Lleó «ha sido un referente para profesores españoles por haber establecido una nueva forma de investigar, viendo el estudio como acontecimientos culturales que redundan en la obra artística, lo cual demuestra que el arte no es más que un reflejo de la sociedad».