Delta 11, el hombre que fue clave en la seguridad de Sevilla
Muere José Martínez Rey, el primer jefe de Protección Civil de Sevilla
La pandemia se llevaba el pasado 30 de enero a un hombre que ha sido clave para la seguridad de Sevilla. José Martínez Rey moría a los 80 años de Covid. En apenas cinco días, el coronavirus atacó hasta la muerte la salud de un hombre que a pesar de sus 80 años no presentaba ninguna patología previa severa. Esta crisis sanitaria y tan despiadada se cobraba una vida más, que en el caso de Martínez Rey dio para inspirar al personaje de un libro – «Sevilla, Delta
11»– y para acumular un archivo personal cargado de expedientes con los momentos más dramáticos de la crónica negra provincial: desapariciones, inundaciones, accidentes...Ésta es la historia del que fuera primer jefe de Protección Civil durante 28 años ininterrumpidos en la Delegación del Gobierno. Ni los cambios de color político en la Moncloa lo relevaron de su puesto, tan sólo la jubilación.
En 1981, bajo el mandato de José María Sanz Pastor como gobernador civil, Martínez Rey recibe el encargo de montar la renovada Protección Civil vil en Andalucía. Se acababa de aprobar r mediante real decreto la reestructuuración de este cuerpo que tenía como o antecedente histórico la Seguridad d Pasiva instaurada en los años 40 como mo retaguardia de civiles para el auxilio io de emergencias. Ya sin dependencia ia de la estructura militar y muy enfocaada a situaciones como las catástrofes, es, la nueva Protección Civil comienzaa a andar con unos pocos funcionarioss y decenas de voluntarios radioaficionanados. Con posterioridad nacerían las as agrupaciones locales, como la de Sevivilla, que el año pasado cumplió 30 años. os.
«Delta 11, así le llamaban por la radio. Delta 1 era el indicativo del goberernador civil y Delta 11 era el de mi padre. re. De mi niñez tengo el recuerdo de ese se dispositivo funcionando siempre en casa y como tenía que salir corriendo, do, a la hora que fuera, cuando ocurría algoo». José Abraham Martínez es el hijo mayor y a pesar del terrible impacto que ha supuesto la muerte repentina de su padre, atiende de manera exquisita a
ABC mientras rebusca en el archivo de su padre, donde guardaba un sinfín de recortes de prensa junto a material de trabajo o atestados policiales de casos que conmocionaron a la ciudad como la muerte del niño de Torreblanca.
El crimen de Torreblanca
En 1984 un niño que no había cumplido aún los cuatro años salió de su casa de la calle Albérchigo, de Torreblanca, para nunca regresar. Sus padres, vendedores ambulantes, dieron la voz de alarma cuando se percataron de que Paquito no estaba. Se inició entonces una búsqueda frenética. «Mi padre estuvo al frente de ese dispositivo y es un caso que nos quedó grabado a todos». El rastreo durante toda la noche no dio sus frutos. A la mañana siguiente unos niños encontraron un saco en el interior de una caseta de luz y dentro el cuerpo del pequeño maniatado y quemado. «En mi familia somos creyentes y cuando nos enteramos que el principal sospechoso era un cura, fue toda una conmoción». Pero aquel religioso jesuita quedó en libertad y nunca fue juzgado.
En el despacho de Delta 11 se fraguaron algunos de los dispositivos que dan cobertura a eventos que movilizan a cientos de miles de personas como la romería de El Rocío. El Plan Romero, hoy consagrado, echó a andar bajo las directrices de este abogado obsesionado por la seguridad.guridad. También
En su despacho se fraguaron dispositivos ya consagrados como el Plan Romero o Trabajadera
Estuvo al frente de operativos de alcance nacional como las visitas de Juan Pablo II o el Mundial 82
fue artífice del Plan Trabajadera, actualizado hoy en día con la incorporación del Cecop en la organización de la seguridad de la Semana Santa de Sevilla. «La de avisos falsos de bomba y ame
nazasnazas que le llegaban al palquillo durante el paso de las cofradías y que nunca se supieron», recuerda José Abraham, quien aún parece oír a su padre decirle «que había que evitar a toda costa el pánico generalizado». z Las tristemente famosas carreritas r de la Semana Santa del 2000 le dieron d la razón.
La esquela que publicó ABC hace unos u días incluía un pequeño resumen de d lo que había sido la vida profesional de d Martínez Rey, recordándose cómo también t dirigió los operativos que se organizaron o en la ciudad por la llegada d de Juan Pablo II en 1982 y 1993. En el e primero, su Santidad beatificó a Sor Ángela Á de la Cruz y desde el punto de vista v de la seguridad, el momento era de d altísima tensión porque apenas unos meses m antes Alí Agca había atentado contra c el papa en la plaza de San Pedro, lo que había obligado a aplazar la visita. t Al periodista de esta casa, Félix Machuca, c le contó en 2009 como tuvo que reclutar r hasta boy scouts para montar un u equipo de orden de 500 voluntarios.
Días antes de esa entrevista y con motivo m de su jubilación le habían concedido c la medalla al mérito civil por su dilatada trayectoria profesional. «La seguridad de los sevillanos fue su vida», sentencia su hijo.