4.097 sociedades
que más sufrieron los envites del coronavirus. Del total de procesos presentados, el 40% fue de empresas de hasta cuatro trabajadores y que la mayor parte de ceses se focalizaron en Cataluña, una de las regiones donde los las restricciones en la hostelería han sido mayores. Es también la comunidad autónoma con más concursos registrados el año pasado.
La moratoria de los concursos de acreedores aprobada por el Ejecutivo, prorrogada hasta el 14 de marzo, evitó una oleada de quiebras durante el año pasado. La media de procesos registrados cayó un 14,4% respecto al año anterior y se redujo a 4.097 sociedades. Un descenso que contrasta con los aumentos de los dos años anteriores, del 10,5% en 2019 y del 1,7% en 2018, y que sucedieron a la bajada del 0,8% en 2017.
Como ya informó ABC, algunas voces ya califican de «trampa» este mecanismo, porque si bien en 2020 evitó un drama empresarial su persistencia en el tiempo estaría evitando el concurso de empresas viables que, quizás, no puedan luchar por su supervivencia en unos meses. La moratoria se articuló mediante un deentraron en concurso el año pasado, cifra que está distorsionada por la moratoria del Gobierno, lo que puede estar creando una legión de empresas zombis creto que el Ejecutivo aprobó hace ya casi un año. Entonces, todas las previsiones apuntaban que la crisis iba a ser de corta duración, por lo que el Gobierno diseñó un mecanismo para que las empresas no estuvieran obligadas a recurrir al concurso por una «mala racha». Además, de esta forma se evitaba un colapso en los juzgados mercantiles, en un momento marcado por el exceso de trabajo. La norma suspende la obligación de las empresas de pedir el concurso en los dos meses posteriores al conocimiento de la insolvencia. Además, los jueces están obligados a no tramitar solicitudes que presenten los acreedores por incumplimientos de convenios o acuerdos de refinanciación por parte de los deudores.