Más de 700 familias acogieron niños en 2020 pese a la pandemia de Covid
El programa está abierto a «cualquier modelo de hogar», indican en la Junta
En Andalucía hay más de 2.200 niños que esperan una familia de acogida para poder abandonar los centros donde viven ahora l año pasado, con todas las complicaciones que supuso el inicio de la pandemia de coronavirus, más de 700 familias andaluzas abrieron sus casas a niños que estaban en residencias de acogida. Son quienes se apuntaron al programa de familias de acogida, un sistema que busca que ningun niño tenga que crecer en un centro donde, señalan desde la Junta, tendrá «los mejores cuidados de los profesionales», pero «no una familia y lo que eso significa».
Son palabras de Antonia Rubio, la directora general de Infancia, departamento dependiente de la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, quien subraya que la opción de
Eacoger a niños a los que se ha separado de sus familias está abierta a cualquiera. Desde personas solas a parejas homoparentales pasando por familias numerosas y heterosexuales. «Cualquiera puede apuntarse al programa», insiste. Explican desde la Consejería de Igualdad que lo importante, lo que buscan, es que «las familias de acogida reúnan las condiciones para dar afecto, un hogar a los niños». Así, la edad o los requisitos económicos de ingresos —dentro de unos límites lógicos que permitan mantener unas condiciones mínimas del menor— pasan a segundo plano. Son un requisito, claro, pero se busca sobre todo «que den estabilidad al niño», añaden.
De hecho, señalan desde la Junta, hay familias acogedoras de todos los tipos. Hay mujeres y hombres solos; parejas de dos mujeres, de dos hombres... El ambicioso objetivo que se marcan desde la Consejería de Igualdad es que ninguno de los más de 2.200 niños que hay ahora mismo viviendo en centros de acogida se quede sin una familia con la que crecer.
El sistema de acogimiento familiar, explican en la Dirección general de Infancia «es una medida de integración familiar para que el niño no esté en un centro de acogida». Es una forma de que los menores —Andalucía tiene ahora mismo 2.583 conviviendo en 1.970 casas— conozcan el calor de un hogar y no solo un desarollo dentro de una institución.
Acogimientos, explican desde la Junta, hay de tres tipos. En primer lugar los hay de urgencia, que dura, como mucho, seis meses. Son los que se producen cuando se retira un menor de muy corta edad a la familia biológica. La llamada a la nueva casa puede ser a cualquier hora del día y de la noche. En segundo lugar están los temporales, que tienen un límite de dos años. Tambíen se puede acceder a uno de larga duración, donde no hay fecha de fin del acogimiento. El menor, explican fuentes de Igualdad, se queda con la familia asignada hasta los 18 años y, en la inmensa mayoría de los casos, después también.
Por último, están los acogimientos familiares especializados. Son hogares donde al menos uno de los adultos tiene formación específica sanitaria, psicológica o similar y está destinada para niños con necesidades especiales. Desde parálisis cerebrales a problemas desarrollo o de movilidad.
Idoneidad de los acogedores Las familias pasan por un proceso de evaluación y luego se les asigna uno o varios niños, según hayan pedido
No es una adopción El acogimiento no es una adopción. El menor siempre tendrá contacto con la familia biológica