Los ensayos clínicos, clave para que se pueda vivir más y mejor con un cáncer
Javier Salvador tiene a sus espaldas una larga trayectoria profesional y ha hecho honor a su apellido con muchos enfermos de cáncer como oncólogo y jefe del servicio de Oncología del Virgen del Rocío, que abandonó y al que regresó tres veces por distintos retos profesionales. Una de sus mayores prioridades como máximo responsable
la investigación contra el cáncer?
—Cuando se decretó el confinamiento extremo durante la primera ola se pararon muchos ensayos clínicos por imposibilidad física de continuarlos, puesto que los transportes y suministros tampoco era posible realizarlos adecuadamente. Se generó un trabajo acumulado tremendo durante esos meses pero no se han vuelto a interrumpir. Hemos tenido que organizar turnos en los laboratorios para que no se congregara tanto personal y se ha hecho bien.
—¿El Virgen del Rocío es un referente español en ensayos clínicos contra el cáncer?
—Tenemos muchos ensayos clínicos y somos el primer hospital de Andalucía en ensayos oncológicos y creo que de los diez primeros de España. No obstante, seguimos trabajando para aumentarlos y escalar posiciones. oncológico del primer centro sanitario de Andalucía fue impulsar los ensayos clínicos en fase 1 y puede presumir de haberlo logrado con 140 pacientes de cáncer en reclutamiento activo y 245 en ensayos cerrados. Lo que lamenta es la sobrecarga de trabajo de los oncólogos españoles. «Los norteamericanos e ingleses ven a unos seis o siete pacientes al día, mientras nosotros vemos a veinte, aparte del trabajo administrativo», dice.
—¿Los nuevos tratamientos contra el cáncer pueden ser el principio del fin de la quimioterapia?
—Es difícil decirlo pero sin duda la terapia dirigida está evitando recibir quimioterapia en un número importante de personas durante un importante lapso de tiempo. Ya hay muchos pacientes de cáncer que llevan años sin recibir quimioterapia porque tienen otras terapias que resultan más efectivas. Pero hay que decir también que de esos fármacos nuevos que buscan una diana algunos utilizan la quimioterapia pero de una manera más precisa, atacando sólo a las células cancerosas y no a las sanas. Y hay todavía tumores que se quitan muy bien con quimioterapia. Pero podemos decir que el cambio en los últimos años ha sido brutal y que estamos acercándonos al fin de la quimioterapia como terapia principal contra el cáncer.
—¿Los ensayos con nuevos fármacos son cruciales para que esto ocurra?
—Sí. Antes había pocos ensayos con muchos pacientes y ahora hay muchos ensayos con pocos pacientes porque están mucho más seleccionados y son mucho más eficaces. Muchos enfermos están respondiendo bien a las nuevas terapias, cada vez más. Y con el número de nuevas moléculas que estamos obteniendo vamos a asistir en los próximos años con un cambio increíble en los tratamientos. Va a ser una revolución contra el cáncer. El número de pacientes que reclutamos en el hospital ya ronda los 400 al año. Esto era impensable hace algunos años. —En el cáncer de mama es quizá donde más avances se han producido con las nuevas terapias y ampliado la supervivencia. ¿Estamos cerca de cro
—Ya curamos el 90 por ciento de los casos de cáncer de mama que diagnosticamos precozmente, que constituyen casi el 85 por ciento de los que tratamos. Del otro 15 por ciento que llegan en estadios avanzados y con metástasis estamos consiguiendo en muchos casos cronificarlos con una buena calidad de vida. También ganamos tiempo para lograr nuevos fármacos que puedan ser más eficaces.
—¿Es mejor vivir más o vivir mejor los últimos años de vida?
—Los oncólogos queremos que se viva más pero sobre todo que se vivan bien esos últimos años de vida. El cambio respecto a la quimioterapia antigua es brutal. Tengo un compañero que aún recuerda cómo eran las salas de espera de mujeres con cáncer de mama hace algunos años. Ahora mismo es imposible decir quién tiene un tumor y quién no, quién es el paciente y quién es el familiar. Antes se veía a leguas. Y vamos a seguir avanzando en calidad de vida para los pacientes oncológicos, si se invierte más en investigación.
—¿No se invierte lo suficiente?
—La vacuna contra el Covid se ha conseguido en tiempo récord por la elevadísima inversión económica que se ha hecho, algo sin precedentes hasta ahora. Todo es cuestión de prioridades. Quien invierte más, obtiene más resultados.
—¿Hay una cierta envidia sana entre los oncólogos de lo invertido en la vacuna Covid?
—La vacuna contra el Covid era una prioridad absoluta y me alegro mucho de que se haya invertido todo ese dinero para lograrla en tan poco tiempo. Pero digo también que ojalá se produjera algo parecido con el cáncer. Si se hiciera, todos los ciudadanos viviríamos más y mejor.
—¿Hay tanta sensibilidad ciudadana con el cáncer como la ha habido con el Covid?
—Creo que no. Cuando los políticos se reúnen con los ciudadanos para que les digan sus prioridades, éstos nunca ponen la investigación médica entre ellas. Y en los programas electorales no aparecen nunca como prioriades. Y me llama la atención que los ciudadanos no vean la relación entre la investigación médica y su salud porque todos tendremos alguna enfermedad tarde o temprano y muchos un cáncer. —El cáncer es la primera causa de muerte entre los 34 y 75 años. Y la segunda en todas las demás franjas de edad. ¿Cambiará esto en el futuro? —Haría falta mucha más investigación y lo veo difícil. Sin embargo, hay una cosa mucho más barata y más rápida para cambiar esto. Me refiero a transformar nuestros hábitos de vida: la dieta saludable, los alimentos naturales, el ejercicio, Tambien hay que desterrar el tabaco y el alcohol. En Andalucía y el resto de España se bebe muchísimo alcohol y esto pasa factura con los años.