Consecuencia
los suyos se niega a apoyar al otro), o la investidura de Illa con el respaldo de los comunes, los constitucionalistas y la abstención de Junqueras. Tal vez Aragonés pudiera argumentar que esa conducta no contraviene la literalidad del acuerdo suscrito por todos los indepes para acordonar al PSC, pero no me cabe duda de que incendiaría el ánimo de los suyos y acabaría siendo corrido a gorrazos por la Diagonal.
Lo lógico es pensar que el Gobierno congruente, si gana Junts, sería la reedición del que llevamos padeciendo durante los últimos cuatro años, pero con una diferencia fundamental: Esquerra, que por segunda vez consecutiva volvería a pasar de favorito en las encuestas a segundón en el podium, tendría menos margen de maniobra para seguir siendo el salvavidas parlamentario de Sánchez. La advertencia de su electorado no ha sido baladí. Aunque se imponga en la foto ‘finish’ y acabe desplazando por la mínima al partido de Puigdemont, el susto de haber tenido que disputar el esprint en una carrera que creía ganada con la gorra debería obligarle a rectificar su estrategia y a subir el listón reivindicativo.
Los dos supuestos, la investidura de Laura Borrás o de un Pere Aragonés «arrepentido», abren un panorama incierto para la estabilidad de la legislatura en el Congreso de los Diputados. Sin el excipiente independentista, el combinado social-comunista se queda sin pegada. La última vez que ERC le dio la espalda, durante la votación del decreto de las ayudas europeas, tuvo que acudir Vox en su ayuda. ¿Cabe pensar que la situación política pudiera aguantar así de precaria tres años más? Habrá quien piense, y no sin razón, que el secesionismo catalán no dejará que el Gobierno caiga para evitar la llegada de otro menos propicio a sus intereses. Y acaso sea eso lo más peligroso de todo. ¿Qué precio exigirán a cambio de mantener a Sánchez en su poltrona? Pincho de tortilla y caña a que si no se adelantan las elecciones para evitar el chantaje tendremos referéndum en Cataluña antes de 2024. Y si no, al tiempo.