Héroe en el despiste
Bono ata los puntos para un Sevilla irregular ante el colista; el gol de Munir premió el dibujo de Lopetegui, que rotó y luego tuvo que tirar de los titulares al final
Bono 9 5 0 0 129 41 15 34% la motivación no se negocia y si fallan los demás, ahí está el portero.
Lopetegui no rotó en la portería. Sabía lo que hacía. Sí lo hizo de manera notable en el resto de líneas. Y eso afectó a un Sevilla lento a la hora de mover la pelota, que no daba con la combinación para abrir la caja de caudales en la que se había convertido el área del Huesca. Un repliegue intenso y unas salidas vigorosas le daban vida al colista en un escenario inesperado. Rafa Mir ya había tanteado a Bono desde muy lejos en el minuto 7, se lesionó Gastón Silva y Óliver Torres pudo acabar con lo que pintaba raro si su disparo franco hubiera ido entre los palos. Pero el duelo se perdía en la horizontalidad y en las carreras de persecución entre Javi Galán y Aleix Vidal.
Bono, como en aquellos años en el Atlético, esperó su momento. No ha sido fácil la trayectoria de un protagonista inesperado. De un meta que llegaba para ser suplente y casi por cupo salarial y que ahora es indiscutible. Piedra a piedra. Ahí está. Se entretuvo en salvar un córner directo de Javi Galán justo después de que Munir avisara en un contragolpe, la vía más ágil para buscar el 1-0 que tanto se resistía por un estatismo que ayudaba al que no quería que sucediera nada. Papu, sí, caracoleaba buscando alguna rendija y Álvaro emuló a Bono con un desvío de reflejos justo antes del descanso.
Lopetegui cambió el dibujo y puso a Gudelj de central para que Munir pisara más área. El Huesca se va hundiendo atrás, confundiendo líneas hasta hacerlas una. Como la solución no llega asoma una revolución con tres cambios pero no se concreta ya que Óliver Torres convierte en válida su carrera hasta la línea de fondo y su centro lo convierte Munir de cabeza. El 1-0 templa en exceso al Sevilla, que no logró que la atención se quedara en el área contraria y vio cómo crecían los problemas en la propia. Llegó el paradón increíble de Bono a Rafa Mir cuando se cantaba gol, una ocasión de En-Nesyri que salvó Maffeo en dos tiempos y la doble intervención del meta sevillista, encaramado a ese pedestal de héroe en una tarde de despiste ante un colista que miró de igual a igual a este Sevilla que borra sensaciones con su paso firme.