Victoria sin destino claro
El Barça golea al Alavés, pero no tiene todavía muy definida su aspiración real
Ter Stegen Mingueza (72) De Jong (72) Lenglet Junior Riqui Puig Busquets (46) Llaix Moriba Trincao Griezmann (81) Messi
Umtiti (46) Pedri (64) Pjanic (72) Dest (72) Dembélé (81)
GOLES m. 29: Trincao; m. 74: Trincao;
ÁRBITRO
Pacheco Martín (46) Tachi Lejeune Duarte Edgar
Pina (71) Battaglia Córdoba (46) Lucas Pérez (81) Joselu (81)
Rioja (46) Laguardia (46) Pere Pons (71) Deyverson (81) Borja Sainz (81) m. 45: Messi; m. 75: Messi. m. 57: Rioja; m. 80: Junior. (Comité Andaluz). Amonestó a
BARCELONA
Nadie habla aún de las elecciones al Barça, pero todo el mundo sabe que este equipo no encontrará su camino sin una solución política. ¿El fútbol no es política? Claro que lo es. No hay nada más político que el fútbol. Todo lo que merece la pena es político y sólo la política puede resolver lo importante. El Barça no tiene un problema económico, tiene un problema político, un problema de toma de decisiones profundas, atrevidas, serias. La economía volverá activarse cuando, como ha explicado siempre el exministro Illa, estemos vacunados mayoritariamente en verano. La economía nunca es el problema. El problema es la política, la mala política, las malas decisiones que entorpecen el talento emprendedor. El problema es la corrupción, la negligencia y la incompetencia. Lo digo en este orden creciente porque, pese a lo que digan los puristas, es mucho peor ser un inepto que robar unas perras.
Un Barça plano, liso, sin geografía moral, sin nada relevante que consignar, jugaba contra el Alavés sin talento, sin idea. Tostón de aquí para allá, hasta que Trincao a la media hora remató el primer gol de la noche. Bien, pero triste. Tristísimo. A Messi le anularon el segundo por un fuera de juego al límite de Griezmann. Tan al límite que con el dibujo de las líneas del VAR pareció francamente ridículo. Se enfadó Koeman, yo creo que con razón, pero se le pasó el enfado, o eso creo, cuando otra vez Messi, recortando hacia adentro y buscando el primer palo, con la rosca al revés, marcó el segundo como diciéndole a su entrenador que podía ya administrar los descansos para el partido contra el PSG. Nada más empezar la segunda mitad, el Alavés acortó distancias. Ya más que en los descansos había que pensar en asegurar los tres puntos. Umtiti entró por Busquets, un cambio que fue como sustituir a una que friega por otra que pasa el mocho, siempre de la tercera edad. Luego Ilaix, nada, se marchó y en