La única vía
Tras un farragoso proceso de años de tramitación, desde septiembre de 2019 el edificio dejó de tener la catalogación urbanística de «gran superficie comercial» para pasar a ser suelo terciario, lo que le permite albergar equipamientos culturales, sociales y, además, hoteleros, aunque sin que se pueda usar para ello el cien por cien del inmueble. Esta última vía ha sido, como era previsible, la más fructífera, ya que la única propuesta firme es la de que el desvencijado edificio se convierta en un hotel, con lo que quedará desbloqueado un asunto que lleva lustros en los cajones. meses, una tramitación que se cerró con la exclusión de dos de las tres ofertas que habían logrado pasar todos los filtros al no reunir las garantías financieras necesarias. Sólo quedó sobre la mesa del gabinete de Juan Espadas la propuesta para el hotel, que se ajustaba a las condiciones del pliego una vez concluida la recalificación del edificio y pasar este de tener una catalogación como gran superficie comercial a la de suelo de interés público y social. El gobierno local trasladó esta iniciativa a la citada comisión y al área de Licencias de la Gerencia para comprobar que la oferta tenía base antes incluso de abrir el último sobre de la misma.
Con el respaldo de la Comisión Local de Patrimonio, que ha validado técnicamente la propuesta arquitectónica para reformar el edificio, el Ayuntamiento puede ahora pasar al último punto del proceso administrativo y abrir el sobre final ya con las garantías de que el concurso no va a quedar desierto porque al menos esta oferta cumple con todos los requisitos que establecen las leyes. La propuesta de este promotor hotelero cuenta con todos los elementos técnicos favorables.
Mínimo de 8,5 millones
El edificio estaba a la venta por un precio mínimo de 8,5 millones de euros más IVA, una cifra que se obtuvo tras una valoración técnica sumada al pliego donde se tenían en cuenta sus dimensiones, los aprovechamientos, el gran potencial del edificio, en pleno centro, y también el estado del inmueble. En las bases de la convocatoria se valoraban especialmente aquellos proyectos que dieran al inmueble un uso como equipamiento privado o, en el caso de que el promotor sea hotelero, quienes reservaran un espacio para coworking. Además se evaluaban como criterios de adjudicación los proyectos que cuenten con la reurbanización del entorno, que tengan un mejor diseño o que incorporen criterios de sostenibilidad en la construcción, ahora claves en cualquier iniciativa pública. El proyecto presentado respeta, además, el lugar destinado a la memoria histórica al que obligaban las normas, de forma que se habilitará ese hito en los calabozos que se conservan.