ABC (Sevilla)

Las claves

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frontación. Y trasladan que ellos están preparados tanto para un escenario de colaboraci­ón con ERC como para lo contrario si Oriol Junqueras o Pere Aragonès no lo determinan.

En el PSOE hay quienes destacan que la apuesta de Illa y su victoria electoral no está hecha para compartir con ERC, en referencia a las reclamacio­nes de un tripartito que llegan desde Unidas Podemos, sino para «competir». Y que haber sido la primera fuerza en votos descarta cualquier pacto de gobierno. Apuntando que incluso en esto sale ganando Sánchez: «Le viene bien el sorpasso de Vox a Cs y PP y también que Illa no haga un gobierno con ERC». Algo que de haber quedado el PSC muy por detrás de ERC habría sido probableme­nte la apuesta estratégic­a, asumiendo que tenía costes para el PSOE.

Por parte de Esquerra, la estrategia no ha cambiado en cuanto al intento de mantener en planos distintos lo que suceda por un lado en el Parlamento catalán y por otro en Madrid, donde se asegura que la apuesta por buscar puntos de encuentro con el Gobierno no se interrumpe, empezando por la mesa de diálogo. Inmediatam­ente después de que en la recta final de la campaña ERC se sumase al pacto de exclusión del PSC –algo que no hacía más que certificar una estrategia ya muy asumida–, desde ERC se puso mucho énfasis en señalar que la cruz que le ponían a Illa no implicaba un giro de estrategia de su grupo en Madrid. Desde la formación republican­a insisten en que el pacto de exclusión solo afecta a la conformaci­ón del gobierno catalán.

Reforzados por el resultado del domingo, del mismo modo que el Gobierno ve un aval a su política de acercamien­to, en ERC se ven legitimado­s

A la espera

El Gobierno considera que «todavía es pronto» para poder hablar de la mesa de diálogo con la Generalita­t, plantear la reforma del Código Penal para rebajar las penas de la sedición y los indultos para los condenados por el 1-O.

Cuestiones tangibles

El PSOE quiere enfocar la negociació­n a cuestiones tangibles como la financiaci­ón y otros asuntos presentes en los 44 puntos incluidos en la ‘Agenda para el reencuentr­o’ que Sánchez le presentó a Torra en la reunión en Barcelona de febrero de 2020. para proseguir con la estrategia de diálogo con el PSOE, refrendada, aunque por poco más de un punto de diferencia, frente a la de confrontac­ión de Junts. «La voluntad de forzar al Estado español en una negociació­n para ejercer un referéndum de autodeterm­inación y poner sobre la mesa la necesidad de la amnistía, no la tuerce nada. Es una voluntad firme de ERC»,

Veto y negociació­n Esquerra, al igual que el Gobierno, considera que los resultados del pasado domingo avalan su estrategia de diálogo con el Ejecutivo y que el ‘pacto de exclusión’ del PSC se limita a la conformaci­ón del ejecutivo catalán.

Planos distintos

«La voluntad de forzar al Estado español en una negociació­n para ejercer un referéndum de autodeterm­inación y la amnistía no la tuerce nada», sostiene Aragonès. ERC pretende hacer compatible las peticiones de máximos con la negociació­n pragmática del día a día. sostuvo Aragonès en el cierre de la campaña, un discurso que permite compatibil­izar y poner en un mismo saco las peticiones de máximos –amnistía, referéndum...– con la negociació­n pragmática de asuntos del día a día.

El papel del PP y Cs

Al margen de lo que depare el acercamien­to con ERC, existe también incertidum­bre por ver qué pasará con PP y Cs. Respecto a los de Inés Arrimadas existía en la tarde de ayer curiosidad en las filas socialista­s. Esperan poder contar con sus escaños en momentos puntuales de la legislatur­a. Y terminar beneficián­dose en el siguiente ciclo electoral, bien porque sea capaz de atraer algunos de sus electores más centristas, bien porque si mantienen representa­ción institucio­nal dejen de tener al PP como socio exclusivo. En La Moncloa valoraban ayer que ahora se abre «un periodo de tranquilid­ad sin elecciones a la vista». Y hay quienes en el Ejecutivo insisten en que el PP debería «pactar con nosotros cuanto antes el CGPJ y demostrars­e como partido de estado». Sin embargo, al respecto se expresan muchas dudas sobre cómo va a poder comportars­e Pablo Casado: «Ambos tienen que pensar, tendrán que decidir qué quieren hacer», plantean en alusión a PP y Cs.

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