ABC (Sevilla)

Cs implosiona por la falta de autocrític­a tras el fiasco catalán

Diversas voces críticas exigen ceses, pero Arrimadas se enroca con su cúpula actual

- JUAN CASILLAS MADRID

Vientos revolucion­arios en Ciudadanos (Cs). El partido se rompió ayer tras comprobar cómo su presidenta, Inés Arrimadas, protegía a su cúpula, muy cuestionad­a internamen­te, y descartaba tanto su propia dimisión como la destitució­n de los dos señalados por distintas corrientes: el «número dos en la sombra», el vicesecret­ario general, Carlos Cuadrado, y su adjunto, José María Espejo-Saavedra.

El ‘motín’ no era espontáneo, sino que llevaba cociéndose a fuego lento varias semanas. El inicio de la campaña catalana, con el malogrado «vota abrazo» y la retirada de parte de la cartelería, aceleró un movimiento de hilos para preparar una respuesta coordinada en caso de debacle.

Confirmado el peor escenario, con la pérdida de treinta escaños en el enclave donde Cs cosechó una histórica victoria en 2017, faltaba esperar la reacción de Arrimadas. Y su entrevista en Onda Cero, donde volvió a rehuir toda autocrític­a y culpó a la abstención y a la herencia del 10-N del pésimo resultado, fue el pistoletaz­o de salida.

«No veníamos de 36 escaños. Veníamos del 10-N», justificó Arrimadas, quien argumentó que el porcentaje de voto de Cs en Cataluña en aquellas elecciones generales fue ya similar al cosechado el domingo, un 5,57%. Pero lo cierto es que las expectativ­as de la dirección no eran esas en ningún caso y que el electorado catalán se comporta siempre de forma muy distinta en los distintos procesos electorale­s.

Expectativ­as

En privado, desde el núcleo duro de Arrimadas se garantizab­a en todo momento que el partido quedaría en cuarta posición –fue séptimo, solo por delante de un residual PP– y que en todo caso evitaría el ‘sorpasso’ de Vox. Antes de la campaña incluso se barajaba una horquilla de entre quince y veinte escaños.

Las críticas al pasado terminaron de movilizar al ‘riverismo’, que salió en tromba a defender al líder caído. En redes sociales, leales como Fran Hervías –todavía senador de Cs–, Juan Carlos Girauta o Marcos de Quinto recordaron la dimisión de Albert Rivera tras perder un sesenta por ciento de votos y apuntaron que Cs ha perdido ahora en Cataluña casi el noventa. También se subraya que antes del cese de Lorena Roldán como candidata, Cs se movía en torno a un quince por ciento de intención de voto y diecinueve escaños.

El malestar, creciente en los últimos meses por un acercamien­to al Gobier

Dos diputados y cuatro senadores reclaman dimisiones en la cúpula de forma pública

Desde el núcleo de Rivera recuerdan que dimitió perdiendo menos apoyos que Cs ahora en Cataluña

no que consideran errático, estalló una vez escuchadas las excusas de Arrimadas. No obstante, el hartazgo con la acumulació­n de poder de Cuadrado no es algo que se limite a la antigua cúpula de Rivera, de la que él formaba parte, sino que es ya transversa­l. Y se volvió contra Arrimadas tras cerrar filas con sus afines.

El sector crítico catalán, aglutinado en un movimiento llamado Renovadore­s Cs, ya ayer emitió un maniy la hoja de ruta de Casado en el conjunto de España y subrayan que el resultado en Cataluña no es extrapolab­le. Por eso, creen que es necesario hacer un análisis «en clave catalana» y revisar la estrategia en esa comunidad. «El proyecto de Casado es acertado y hay que pensar que el objetivo está en 2023», subrayan barones consultado­s. Por eso, rechazan giros en su discurso o volantazos de última hora. En el Comité Ejecutivo Nacional de hoy se espera, en todo caso, un cierre de filas de los barones con Casado, sin cuestionar su liderazgo.

Desde la dirección nacional se reparte responsabi­lidades por lo ocurrido el 14-F, ya que todo el partido se ha volcado en la campaña y ha compartido la misma estrategia. fiesto reclamando cambios de calado en el liderazgo, el modelo de partido y la estrategia.

«No están asumiendo nada, ni siquiera hay un análisis. Falla la estrategia y la comunicaci­ón», apunta a ABC Antonio Espinosa, exdiputado autonómico en el Parlament, apartado de las listas tras denunciar la imposición de Carlos Carrizosa como candidato sin que mediase un proceso de primarias, como marcan los estatutos de Cs. También se pronunciar­on en Twitter dos diputados en el Congreso, Marta Martín y Pau Cambronero, y tres senadores además de Hervías, Ruth Goñi, Miguel Sánchez y Emilio Argüeso, que reclamaron una asunción de responsabi­lidades en la dirección.

Tensión en la ejecutiva

Con ello se llegaba al Comité Ejecutivo celebrado ayer por la tarde, al que acudían algunos dirigentes, tal y como habían señalado a este diario, con la idea en mente de exigir al menos ‘la cabeza’ de Cuadrado y de Espejo. «Si no hay cambios, estamos muertos», apuntaba un líder autonómico, partidario de que Arrimadas releve a su núcleo de confianza. En la formación, tras dos varapalos de dimensione­s estratosfé­ricas en apenas dos años, se instala un debate entre dar con la tecla para consolidar un espacio propio o avanzar hacia una refundació­n del centro-derecha de la mano del PP.

 ?? EP ?? Arrimadas valoró sin autocrític­a la pérdida de treinta escaños
EP Arrimadas valoró sin autocrític­a la pérdida de treinta escaños
 ?? EP ?? El líder del PP, Pablo Casado
EP El líder del PP, Pablo Casado

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain