Integración europea
sideró fundamental obtener rápidamente vacunas y actuar con «decisión y rapidez», con una campaña de vacunación en todas las estructuras públicas: «Necesitamos movilizar todas las energías con las que podamos contar, utilizando los muchos voluntarios de protección civil y las fuerzas armadas».
En el terreno económico, el objetivo del Gobierno es ejecutar un buen plan para el Fondo de Recuperación europeo, que ha destinado a Italia 209.000 millones de euros: «La estrategia para los proyectos del Plan de Recuperación de la UE –dijo Draghi– solo puede ser transversal y sinérgica, con la capacidad de impactar en múltiples sectores simultáneamente, de manera coordinada. Tendremos que desplegar todas las tecnologías a nuestra disposición, invirtiendo para las nuevas generaciones, con la conciencia de que toda acción tiene una consecuencia».
En cuanto a las reformas estructurales urgentes, Mario Draghi citó tres fundamentales: la Administración pública para eliminar la burocracia; la Justicia, con el fin de aumentar la eficiencia, y la fiscalidad, con una una profunda revisión del IRPF con un doble objetivo: «Simplificar y racionalizar la estructura del impuesto, reducir gradualmente la carga tributaria y preservar la progresividad».
El primer ministro prometió continuar con la ayuda a jóvenes, a trabajadores, autónomos, desempleados y empresas, pero advirtió de que algunas tendrán que cambiar radicalmente: «Sería un error proteger a todas las actividades económicas por igual. Algunas empresas tendrán que cambiar, incluso radicalmente».
La ecología será también una de las prioridades de su gobierno dentro del Plan de Recuperación: «Queremos dejar un buen planeta, no solo una buena moneda», dijo Draghi, destacando que se debe proteger el futuro del medio ambiente y conciliarlo con el progreso y el bienestar social. La transformación de Italia en un país verde no será el utopismo verde, sino sobre todo una vasta acción industrial y de infraestructuras, centrándose en estos sectores: energías renovables, lucha contra la contaminación del aire y del agua, la red ferroviaria de alta velocidad, redes de distribución de energía para vehículos eléctricos, digitalización, banda ancha y 5G.
No hay discurso de Draghi en el que no hable sobre educación y los jóvenes. Resaltó que «cada desperdicio de hoy es un mal que le hacemos a las próximas generaciones, una sustracción de sus derechos». En su opinión, la misión de Italia debe ser «entregar un país mejor y más justo a nuestros hijos y nietos». Draghi concluyó haciendo un llamamiento a la unidad: «Hoy la unidad no es una opción, la unidad es un deber. Pero es un deber guiado por lo que estoy seguro que nos une a todos: el amor a Italia».
«Apoyar a este gobierno significa compartir la irreversibilidad del euro y una UE cada vez más integrada»