Aviso al Gobierno
hasta la última hora de la noche anterior, momento en que grupos que suelen respaldar al Ejecutivo en el Parlamento, como ERC o Bildu, seguían sin tener clara su posición de cara a la votación, lo que hizo despertar en el Gobierno los fantasmas de la apurada negociación que ya vivió hace unas semanas con los fondos europeos. Las negociaciones dieron sus frutos con ERC, que finalmente se abstuvo –acción que fue expresamente agradecida por la socialista Magdalena Valerio en su intervención–, pese a que el miércoles se planteaban rechazar el texto. Los republicanos remarcaron en el Pleno que «no es justo» el castigo a las familias con más hijos, pero confiaron en poder mejorar la norma vía enmiendas. Y mandaron un mensaje claro al Ejecutivo de cara a próximas votaciones: «La cuerda se puede romper en cualquier momento, como ha estado a punto de pasar hoy», dijo el diputado republicano, Jordi Salvador i Duch. También Bildu se decantó por la abstención y aplazó la batalla a las mejoras en la tramitación.
La reforma de Escrivá carga las tintas sobre todas las madres de familias numerosas con más de mil euros de pensión, pero son especialmente castigadas las mujeres con cuatro hijos que más han aportado a las arcas públicas y reciben una pensión máxima del sistema, ahora en 2.707 euros brutos mensuales (37.904,86 euros al año). Las madres que se jubilen a partir de ahora y comiencen a percibir el complemento por maternidad diseñado por el Gobierno verán mermada la prestación complementaria hasta en un 73%. Con la reforma que diseño la exministra de Trabajo, Fátima Báñez, el complemento que hubieran recibido se acercaba a los 6.000 euros; con la del titular de la Seguridad Social se quedará en 1.512 euros.
El nuevo complemento de maternidad supone un vuelco respecto al que
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«La cuerda se puede romper en cualquier momento, como ha estado a punto de pasar», dijo ERC