«La gestión del teatro en Andalucía es muy mala»
‘En palabras de Jo... Mujercitas’ se presenta en el teatro Lope de Vega
Pepa Gamboa (Arahal, 1963) lleva toda una vida en esto. Ha dirigido obras emblemáticas, como ‘La metamorfosis’, de Israel Galván, y su versión de ‘La casa de Bernarda Alba’, interpretada por mujeres gitanas de poblados chabolistas. Este sábado 20 de febrero y el domingo 21 presenta ‘En palabras de Jo... Mujercitas’, una apuesta de Lola Blasco basada en la novela de Louisa May Alcott. Antes de que llegue el momento de descorrer el telón, sin embargo, contempla desolada el erial en el que por su profesión se mueve. La pandemia ha afectado, pero los conflictos venían de antes.
—Estamos agotados de vivir episodios históricos, ¿no?
—Con eso de razonablemente bien, por tener salud, llevamos ya un año. Estamos exhaustos, sí. Como sociedad.
—El público quiere ir al teatro.
—Está cansando de lo audiovisual y de estar en casa. Ahora quiere teatro teatro, nada demasiado comercial.
—Esta aproximación a ‘Mujercitas’ ha recibido unas críticas excelentes, ¿qué tiene de particular?
—Está inspirada en una novela clave.
Llena de ironía, parece una especie de autobiografía que no es precisamente un pastelito. Habla de lo difícil que era para una mujer escribir y publicar en la época victoriana. Autoras como Patti Smith la tomaron como referencia. Y estoy encantada de hacerla con retazos de otras obras. Mis trabajos anteriores también han tenido buena acogida. No sé por qué no puedo ser profeta en mi tierra.
—¿No lo es?
—En absoluto.
—¿Qué está fallando?
—La gestión del teatro en Andalucía es muy mala.
Hay muchos trabajadores en las administraciones públicas, un presupuesto muy reducido y no queda nada de dinero para producir. Yo lo revisaría con lupa, porque estamos adormecidos. Me he tenido que ir a vivir a Madrid después de toda una vida; tampoco esto es un edén... Mira que se podrían hacer coproducciones con teatros de fuera, pero no se les ocurre. El otro problema es que nos gestiona gente que no sé de dónde sale, que tiene un desconocimiento profundo del
—’Mujercitas’ aborda la censura. ¿Es más peligrosa la que viene de fuera o la que uno se impone? Usted parece que no sufre tanto la segunda. —Nos produce el Teatro Español, que de los nacionales sí me llaman... Y son peligrosas las dos, pero solo he sentido alguna vez la autocensura. Hoy el conocimiento padece demérito y la ironía se ha perdido. Ahora nos gusta lo literal. Hemos perdido libertad.