El cantaor y compositor de Algeciras, hermano de Paco de Lucía, ha publicado recientemente el disco “Un nuevo universo”
lguien le ha dicho que yo sé mucho, pero mucho mucho, de flamenco, por eso me interroga antes de comenzar a charlar. Las preguntas fáciles me las sé. En otras, dudo. Y en alguna directamente no sé de qué me está hablando. Él, sin embargo, tiene ya poco que demostrar, «por eso canto tan sencillo en este disco que he grabado. Después de casi sesenta años de profesión, no compito con nadie. Pero, venga, dime, ¿conoces el corrido natural de Antonio El Chaqueta? ¿Cómo se llamaba el guitarrista que acompañó...?». Pepe de Lucía formó con su hermano Paco el dúo Los Chiquitos de Algeciras, sorprendiendo por su prematura madurez a los aficionados, paseó por Madrid con El Gallina y Pepe de la Matrona y escuchó en directo aquellas sonoras cabales del Sernita. Se sacó el carné de artista frente a Pepe Pinto y La Niña de los Peines, de quien «estaba profundamente enamorado». Grabó álbumes, acompañó a bailaores y escribió canciones. «Al alba», «Solo quiero caminar», «Viviré» y «Como el agua», unos tangos que La Susi rechazó y que después se convirtieron en un éxito en la voz de Camarón, son algunas de las más populares.
En “Un nuevo universo”, su trabajo más reciente, anda «con un recuerdo asomando en cada piedra», como recoge una letra que ha compuesto su hijo, José de Lucía. Vadea miradas y vivencias, se enreda en las remembranzas, susurra y a la vez grita cincelado por el tiempo que lo ha conducido hasta estos días. «Siento que estoy en el ocaso de mi vida, pero me quedo tranquilo, porque mis sobrinos, como yo los llamo, están poniendo al flamenco en muy buen lugar. Poveda es una estrella. Rancapino Chico, Antonio Reyes,
AIsrael Fernández y Duquende, que ya está hecho, son geniales y están llevando también esta música a los jóvenes. Hay muchos más, que me perdonen», se disculpa.
«Por favor, no te pegues veinte minutos con eso de “Buana buana king kong”, me dijeron alguna vez por Estado Unidos. Pues más vamos a estar, pactaba yo con mi hermano. El baile abrió las puertas de nuestra cultura en el extranjero, pero detrás fuimos nosotros. Hasta hemos llenado un teatro de esquimales en Canadá, ¿quién puede decir eso? La gente se volvía loca al escucharnos», comenta al recuperar de la memoria su participación con el Sexteto. De una ventana, antes de entrar en el estudio una mañana lluviosa, sacó eso de «Yo solo quiero caminar/como corre la lluvia en el cristal/como camina el río hacia la mar». Y es que «así se han hecho todas las cosas. De repente».
El 25 de febrero de 2014, Paco de Lucía sintió frío en la boca mientras jugaba al fútbol con su hijo y falleció poco después en Playa del Carmen, México. “Me extraña que no me extrañes”, un bolero que se incluye en este disco, fue lo último que tocó con la guitarra. Un tema para Luz Casal que ha terminado interpretando Pepe de Lucía. “Un nuevo universo” evoca en su nombre a la flor de los flamboyanes que ese triste día de febrero agarraron en el jardín de Paco. Por eso destila esta nostalgia arrebatadora que se adhiere como pólipos a una garganta. Está cantando con el cuello torcido de mirar hacia atrás.