ABC (Sevilla)

Sevilla F. C.

El Sevilla activó la maquinaria dentro y fuera del vestuario para darle la vuelta a la eliminator­ia ante el Dortmund

- JAIME PAREJO

Casi desde el primer minuto posterior al varapalo que recibió el equipo en el partido de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones ante el Borussia Dortmund, en el Sevilla activaron la maquinaria para iniciar el propósito de remontar el 2-3 cosechado dentro de un par de semanas en Alemania (u en otro país si siguen las restriccio­nes para entrar en el país germano). A pesar de que vencer por dos goles de diferencia no será tarea sencilla, el gol que anotó De Jong y que supuso el 2-3 en el marcador fue el impulso definitivo que necesitó el vestuario sevillista para empezar a pensar en que remontar es posible. Fue el primer mensaje del técnico en el vestuario, que insistió en la idea de que no habían sido peores que su rival y que sólo la calidad puntual de un Haaland desequilib­rante había puesto el duelo más de cara para los amarillos. Tras los primeros instantes de reflexión y pequeño duelo por la derrota, el primero en activar a los suyos fue Monchi, que insistió en el vestuario que es un resultado remontable y que de situacione­s peores se ha sobrepuest­o el Sevilla en su historia reciente.

Un mensaje en el que también creen los jugadores del conjunto de Nervión que, si algo han demostrado desde que juegan a las órdenes de Julen Lopetegui, no se van a rendir fácilmente ni dar por perdida una eliminator­ia a la que le restan 90 minutos. El análisis del encuentro dejó aspectos para la confianza. El Sevilla tuvo opciones de haber empatado el duelo, incluso estrelló un balón en el poste en una falta directa. La segunda mitad fue de dominio de los de Lopetegui, que tendrán que vigilar, sobre todo, que Haaland no vuelve a hacerles daño como en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Es el tipo de jugador que decide encuentros, como demostró con sus dos tantos. Aún así, no asusta ni a un jugador como Diego Carlos, que le tocó bailar con él en más de una ocasión. «Nada está perdido, faltan 90 minutos» reflejaba el brasileño en redes sociales, con un foto suya con, precisamen­te, Haaland.

Y es que siempre dicen que el primer paso para hacer algo es creer en ello. Y los jugadores del Sevilla creen. No tardó ni diez minutos el direc

Otra eliminator­ia con distinto bagaje Antes de ese duelo de vuelta, tiene que defender un 2-0 ante el Barça en la semifinal de la Copa del Rey

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