DEMOGRAFÍA
Las capitales an
CÁDIZ es la excepción a una regla que se ha mantenido invariable –aunque con matices, como ya se verá– en el último siglo y medio: el proceso de concentración de andaluces en las cabeceras administrativas de cada provincia en detrimento de otros núcleos habitados. El mapa de la demografía andaluza dibuja una progresiva conglomeración de la población en las capitales de provincia y sus áreas metropolitanas (acentuada en el presente siglo XXI), efecto acumulativo que se ve con mucha más claridad con la perspectiva que da el paso del tiempo.
La Geografía Urbana, la especialidad que se encarga de estudiar el poblamiento humano sobre un territorio concreto, tiene en el índice de primacía una proporción con la que medir el grado de concentración atendiendo a la razón entre la primera población de un territorio y el sumatorio de las cuatro siguientes en el escalafón de ciudades. Andalucía era la comunidad autónoma con la menor proporción de España tanto en 1981 como en 2014. En el otro lado de la tabla, Aragón resultaba la región más ‘cabezona’ con un índice en torno a 86 entre Zaragoza (que sigue creciendo) y las siguientes.
Algo así puede rastrearse en la tabla confeccionada para este reportaje en la que se incluyen las tres localidades más pobladas de cada provincia andaluza en dos momentos concretos: en el censo de 1857, el primero accesible en las fuentes históricas del INE, y en la actualización del padrón municipal a fecha 1 de enero de 2020 publicada el pasado mes de enero, el último dato oficial de población en España. Este reportaje no pretende ser ningún trabajo académico, sino sólo una prospección de las tendencias demográficas que pueden rastrearse en Andalucía: algunas ya en marcha y otras que se avizoran en lontananza.
La principal de ellas, la concentración poblacional en las áreas metropolitanas, un proceso imparable en el que las cabeceras de esos ‘hinterlands’ han ido ganando peso a lo largo de todo el siglo XX hasta que, en los últimos dos o tres decenios, esa capacidad de absorción se ha frenado en seco en favor de otras poblaciones del entorno inmediato.
Los municipios andaluces de más de 50.000 habitantes (un tamaño más que respetable) acumulan en la actualidad algo más de la mitad de la población de la comunidad autónoma. Gabriel Cano García, catedrático emérito de la Universidad de Sevilla, tiene un estudio de 2006 de referencia en este ámbito en el que revela que las ciudades por encima de 50.000 habitantes concentraban el 36% de la población andaluza en 1970, cuando se deja sentir con fuerza la emigración del campo andaluz, desde el 14,4% que reunía en 1910, cuando sólo Sevilla, Málaga, Granada, Cádiz, Córdoba y Jerez rebasaban este umbral. En la actualidad, el número de municipios mayores de 50.000 habitantes es de 29 y una docena de grandes ciudades superan los 100.000 residentes.
La tendencia general la apunta el catedrático Víctor Fernández Salinas en otro trabajo académi