Las manifestaciones quedan a criterio de la autoridad sanitaria
Las subdelegaciones del Gobierno han recibido peticiones de marchas para el 28-F y el 8-M
ditación «esté médicamente acreditado» que tienen «enfermedades que requieran intensas medidas de apoyo para desarrollar su vida, incluidas aquellas institucionalizadas y no institucionalizadas».
Solo esta población de grandes dependientes se empezarán ahora a vacunar. El resto deberá esperar, a no ser que tengan más de 80 años o vivan en centros sociosanitarios, en cuyo caso ya están siendo inmunizados.
Las subdelegaciones del Gobierno en Andalucía solicitarán un informe a las autoridades autonómicas sanitarias para decidir sobre la autorización administrativa de manifestaciones en torno al 28 de febrero, Día de Andalucía, como para el 8 de marzo, Día de la Mujer. Fuentes de la Delegación del Gobierno confirmaron a ABC que se han recibido peticiones en todas las provincias para la celebración de manifestaciones y/o concentraciones para el 8 de marzo, una relación que podría ampliarse hoy, último día de plazo para cursar solicitudes. En cuanto a las recibidas con motivo del 28-F, sólo en la provincia de Sevilla se tramitan en la Subdelegación del Gobierno tres peticiones de marchas para este domingo.
El criterio para la autorización de estas y otras manifestaciones en este momento y con el estado de alarma en vigor es supeditarlas a los informes de la autoridades sanitarias aún reconociendo que se trata de un derecho fundamental recogido en el artículo 21 de la Constitución Española. Tras la recepción de los informes de Salud, las Subdelegaciones procederán a la denominada «toma de razones» para informar a los convocantes. En este sentido cabe recordar que las autoridades sanitarias han sido contundentes a la hora de explicar que no ha lugar para autorizar manifestaciones en la actual situación de pandemia. Así lo hizo la ministra de Sanidad, Carolina Darias, tras la reunión del último Consejo Interterritorial de Salud. Su respuesta —«no ha lugar»— fue tan determinante que ayer el Ministerio de Igualdad plegaba velas tras alentar las convocatorias y admitía que «seguirá las recomendaciones de las autoridades sanitarias y se remite, –añadía en un comunicado– como no puede ser de otra manera, a la ministra de Sanidad, que es la principal autoridad sanitaria, además de la delegación del gobierno y las consejerías de sanidad de las comunidades autónomas».
El símil costalero de Simón
Cuando ya parecía superada la polémica, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, corregía ayer a la ministra de Sanidad, y volvía a defender un año después las marchas del 8-M, intentando relativizar los riesgos de las manifestaciones con una extraña comparación: «Los riesgos están asociados a las formas en que se relacionan las personas y esta cambia según el motivo por el que se juntan; yo no soy experto en estas cosas pero no es lo mismo estar debajo de un paso de Semana Santa de 2.000 kilos que estar en una manifestacion de 500 personas donde se puede mantener la distancia», dijo.
El epidemiólogo añadió que «si se mantienen las medidas adecuadas, los riesgos se disminuyen, pero si se pueden evitar los agrupamientos mejor y que no vaya nadie con síntomas».
La comparación entre Semana Santa y 8-M ya había sido utilizada horas antes por el alcalde socialista de Sevilla, Juan Espadas, muy al contrario, cuando a una pregunta sobre las marchas del 8-M planteó que «no se pueden hacer convocatorias en las que demos un mensaje equivocado a la población, ya que si no podemos hacer para tener pasos en las calles en Semana Santa tampoco podemos permitir una concentración de personas que pudiera tener el mismo nivel de riesgo o más».
También el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, dio su opinión al respecto: «Hay que expresarse en defensa de la igualdad de las mujeres, pero siempre atendiendo a los criterios sanitarios» en la actual situación de la pandemia. «Si se les dice a los ciudadanos que no pueden reunirse más de cuatro personas, queda un poco extraño algunas de las propuestas» de cara a ese día, añadió.
Semana Santa y 8-M Simón sostiene que hay más riesgo de contagio bajo un paso para relativizar el peligro de las marchas