C. Tangana «El pop y el rock se cargaron la canción española»
El artista de Carabanchel publica una grabación laboriosa y audaz destinada a convertirse en
ntón Álvarez, ‘ Pucho’ para los amigos, dejó de hacerse llamar ‘Crema’ hace diez años, cuando su grupo Agorazein publicó un disco llamado ‘Presenta... C. Tangana’. Si ya se ha liado con este carajal de nombres y seudónimos, no se preocupe. Ahora pueden llamarle simplemente ‘El Madrileño’, que se dará la vuelta.
A—¿Está más nervioso que cuando sacó ‘Ídolo’, su puesta de largo?
—Estuve muy nervioso cuando tomé la decisión de ir a muerte con este álbum, pero según han ido saliendo los ‘singles’, y según han ido saliendo las colaboraciones, ahora estoy poco nervioso. Ha sido un proceso muy largo, un parto. Ahora estoy en un momento de calma.
—Tener tantos colaboradores, ¿fue un punto de partida conceptual, o algo que se fue moldeando?
—Se fue moldeando. Pero no creí que pudiera conseguir algo así. A mí me dices antes de todo esto que iba a colaborar con esta gente, y me hubiera parecido una locura. Además, es algo que en principio parece muy alejado de mí. Era muy inesperado.
—¿Algún maestro le dijo que no? Hay por ahí un guiño a Alejandro Sanz, y a lo mejor lo intentó…
—Con Alejandro me gustaría mucho hacer algo, porque es uno de los grandes compositores en castellano. Sí se ha quedado gente fuera, como Natalia Lafourcade. Me hubiera gustado, pero no pudo ser. Hay otras que se han hecho y no han entrado en el disco. No sé si saldrán… Lo que metes en un cajón es difícil de sacar.
—La canción con Drexler, ‘Nominao’, habla de la vacuidad de la dicotomía éxito/fracaso.
—Todos los artistas, y yo también, nos hemos sentido estúpidos en algún momento por intentar agradar a una discográfica, por que nos den premios, por que nos admiren… Quien tiene ambiciones creativas puede sentirse identificado.
—¿Convive con el miedo al fracaso?
—No, no. Estoy contento con la carrera musical que tengo. He hecho lo que tenía que hacer. Cuando tomé la decisión de hacer este álbum, todo el mundo pensaba que me iba a dar reputación por las colaboraciones, que me iba a identificar como compositor, pero que no iba a tener números espectaculares. En ese momento rebajé mis expectativas en ese sentido, y me centré en hacer algo que pudiera defender con orgullo. Ahora no ppodría imaginarme promocionandoo un disco hecho para conseguir r números. Sería un infier- no fingir ese papel.
«Falta informa-informaf ciónió veraz por todos lados. Yo voy a seguir adelante con Amnistía Internacional»