Pablo Hasel
—El álbum incluye un n discurso de Pepe Blan- co acerca de la versatili- dad artística de los mú- sicos españoles, superior a la de los anglosajones, según él.
—Es muy interesante escuchar a alguien que habla de la canción española desde la perspectiva de l os tiempos de l a copla, cuando no teníamos prejuicios con nuestra tradición musical. Cuando llegaron el pop y el rock a España, dejó de haber canción española, se la cargaron.
—En los noventa comenzó una larga etapa de desprecio a esa canción española, ‘rancia’ y casi ‘de fachas’. ¿Usted cayó en ese rechazo?
—Sí… A veces la escuchaba y la sentía como un ‘guilty pleasure’ (placer culpable, en inglés), y poco a poco empecé a sentir que había que reivindicarla porque es lo que nos hace únicos. Me di cuenta de que era mucho más ridículo ver a un grupo de Soria intentando aparentar que era de Birmingham. Hay que reivindicar el lugar del que uno es. No acomplejarse nunca.
—En la misma línea de su trabajo musical,si ha reivindicado la banderab española.
— Yo propongo que la gente vea los símbolos de forma m independiente al significado n que la historia le quiera dar. Si tú le das tu propio significado a ese símbolo, le quitas fuerza al significado que quieren imponerle otros. —Se involucró con Amnistía Internacional en el rechazo al encarcelamiento de Pablo Hasel. ¿Cómo ha vivido el posterior ‘show’ mediático con los disturbios?
—Estoy extremadamente cansado del uso que se hace de los medios de comunicación. Estoy cansado hasta de mí mismo, de cómo tengo que pelear porque los medios no transmitan cosas que no he querido decir. Es una lucha constante, agotadora. Mi generación, la que no ve la tele, lo tenemos claro: falta información veraz por todos lados. Yo voy a seguir adelante con Amnistía Internacional.