Más cerca
23 partidos, si bien su faceta goleadora estaba también muy mermada, ya que había anotado los mismos tantos, algo que le tenía en la zona media de la tabla. Esos mismos goles encajados tenía en su casillero el Sevilla de la campaña 1982-83, con Manolo Cardo como entrenador, si bien los 24 tantos anotados le valían para ser cuartos en la clasificación en aquel momento.
Ni siquiera los equipos que mejores registros han sumado a nivel de puntuación fueron tan sólidos defensivamente como el actual de Lopetegui. El Sevilla de la 2006-07, que luchó por el título de LaLiga hasta el final, sumaba 22 goles en contra tras 23 partidos, y el del año anterior a ese, 21. El año pasado, sin ir más lejos, el mismo Sevilla de Lopetegui, también con jugadores como Diego Carlos, Koundé o Fernando, sumaba 23 goles en contra en 23 partidos, a gol por encuentro disputado. Números que dejan claro que el trabajo del técnico ha perfeccionado a un equipo que ahora encaja menos tantos que en su primer año y marca más (34 goles, por los 29 de entonces).
Hay muchos nombres que explican este extraordinario rendimiento defensivo, más propio del Atlético de Simeone que de los últimos Sevilla que se han visto por el Ramón Sánchez-Pizjuán. Evidentemente el gran artífice es el trabajo del cuerpo técnico comandado por Lopetegui, pero también tienen gran responsabilidad los ejecutores de las ideas del entrenador: los jugadores. Diego Carlos y Koundé forman una de las mejores parejas de centrales del fútbol mundial, y eso ha provocado que sean muchos los equipos que están barajando la opción de ficharlos en el próximo mercado veraniego. Ya con Koundé lo intentaron en el mercado invernal, pero la oferta del City fue rechazada. Una vez acabe esta campaña, a buen seguro que habrá equipos que piensen en él, si bien tendrán que llegar con muchos millones de euros. El Manchester United se quiere postular aunque sabe que ahora mismo el Sevilla no va a hablar por una cantidad que no se acerque a los 80 millones de euros. De cómo acabe la temporada dependerán mucho también las opciones de hacer fuerza de los sevillistas, siempre abiertos al diálogo para un traspaso.
Sea como fuere, y dejando el tema de los mercados de fichajes para otro momento, no sólo los centrales tienen su peso en este gran momento defensivo del equipo. También la aportación de Bono en la portería contribuye al éxito. El marroquí estuvo a punto de romper la racha de imbatibilidad que tenía Andrés Palop, pero Haaland evitó que esta fuera superada. Sin embargo, el cancerbero norteafricano se ha postulado como claro competidor de Oblak en la pugna por el Zamora, trofeo que designa al portero que menos goles ha encajado en 38 jornadas. Desde que se hiciera con el puesto merced a la lesión de Vaclik en un partido ante el Eibar, Bono se ha afianzado como un portero que gana partidos y títulos con sus paradas.
Otras dos piezas fundamentales para entender el buen rendimiento en materia defensiva de este Sevilla son los centrocampistas Fernando Reges y Joan Jordán. El brasileño es pura inteligencia en la medular y apaga muchísimos fuegos que otros no llegan a ver por su experiencia y capacidad de anticipación. Su compañero habitual es un Jordán que le ayuda mucho en esta tarea gracias a la