Dos retos en cuatro días
Una final copera y la opción de pelear por la liga se ponen en juego ante el Barça
intensidad que le pone a cada acción que lleva a cabo. El catalán realiza un derroche físico y es solidario en las ayudas, algo que agradecen sus compañeros más retrasados cuando el rival aprieta.
En el Sevilla, también cabe destacarlo, defiende desde el delantero hasta el portero, sobre todo porque el primero ejerce una alta presión en la mayoría de los partidos que obliga al rival a quitarse el balón de encima o genera una pérdida que, obviamente, propicia que el balón no frecuente mucho el área de Bono. Este sábado, no obstante, llega un rival que seguirá poniendo a prueba esta solidez y la capacidad del Sevilla de completar una temporada histórica en lo defensivo. El anticipo, en la Copa del Rey, dejó claro que puede hacerlo.
El nivel de exigencia que se autoimpone el Sevilla le lleva a grandes cotas de éxitos y, por tanto, también le conduce a momentos de la temporada en los que todo se pone en liza en pocos días. En este caso el conjunto de Julen Lopetegui tiene una doble cita importante para sus objetivos tanto en LaLiga Santander como en la Copa del Rey. Y ambos ante el F. C. Barcelona.
El más inmediato, mañana en el Ramón Sánchez-Pizjuán, volverá a medir las opciones de este Sevilla de pelear por acercarse a lo más alto de LaLiga Santander. A disputarle alguna plaza del podio de Primera división a los más poderosos del fútbol español y no conformarse con ser el cuarto en discordia. Si el Sevilla lograse imponerse al equipo de Koeman se situaría en la tercera plaza con un partido menos que su rival y a cuatro puntos del líder, un Atlético que debe visitar al Villarreal en la noche del domingo.
El duelo de la ida de la semifinal de la Copa del Rey ya demostró que el once sevillista puede derrotar con cierta solvencia a su rival, pero siempre es bueno ver en este tipo de citas si la competitividad para pugnar por algo tan ambicioso como el primer puesto le va a dar para aguantar hasta el mes de mayo. Históricamente, otros equipos pujantes como el Sevilla de Sampaoli se acabaron cayendo de la pugna por estas fechas, y sólo el de Juande Ramos en la 2006-07 aguantó hasta el final el estar presente en tres competiciones hasta el final.
El miércoles próximo será la segunda cita, cuatro días después y ante el mismo rival. En ese caso es si cabe más importante el duelo porque están en juego una final y ya se sabe que en el Sevilla le dan mucha importancia a eso de poder «tocar plata». De lo que ocurra en ambos partidos tendrá mucho que decir también Messi, que ha dejado claro que cuando se echa el equipo a la espalda los objetivos del rival se antojan más complicados. El Barça, además, llega presionado por la mala situación institucional y la deportiva tras el varapalo al que le sometió el PSG en la Liga de
Si gana mañana, el conjunto de Nervión se pondría a cuatro puntos del líder, el Atlético
Campeones. Será una buena vara de medir también para ellos este doble duelo ante el Sevilla.
Araujo, recuperado
El defensa del Barcelona Araujo volvió a entrenarse a las órdenes de Koeman y todo hace indicar que mañana estará disponible para el técnico azulgrana. Está por ver si el preparador holandés prefiere reservarlo para la semifinal de la Copa del Rey y no meterlo de inicio mañana en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Con el charrúa, la defensa barcelonista se ha sentido más segura y puede formar una solvente pareja con Gerard Piqué, en una de las posiciones más complejas del equipo de Ronald Koeman.