Tres «pinchazos» en dos familias
El homicida de San Jerónimo admite ante la juez los hechos, aunque sólo quería salvar a su padre del fallecido
ólo uno de los ocho detenidos por la pelea mortal de hace diez días en la calle Mejillón del barrio de San Jerónimo de la capital duerme entre rejas de forma provisional. Es Jesús B.S., el presunto homicida. Así lo identificó la Policía Nacional y lo reconoció él mismo ante la juez, a la que ofreció su versión de lo ocurrido. Su actuación, que terminó con la vida de Francisco José con tres «pinchazos», tenía como objetivo defender a su padre, quien sufrió heridas de arma blanca a manos de la víctima. Tres heridas que parten dos familias.
Sobre las siete de la tarde del pasado día 18 circulaba por las redes sociales un vídeo con la brutal pelea de la calle Mejillón, por la que hay ocho detenidos. Entre ellos, la madre y la mujer del presunto homicida; un primo de éste; dos vecinos, padre e hijo que intentaron mediar en la pelea y que también sufrieron heridas; y la viuda del muerto.
«El desencadenante de la brutal pelea fue una discusión previa entre varias mujeres de las dos familias. Tras finalizar, la esposa del fallecido, ya en su domicilio, informó a su marido de lo ocurrido y ambos, junto a su hija menor de edad, bajaron armados con cuchillos a la calle, agrediendo a numerosas personas de la otra familia, varias de las cuales resultaron heridas por armas blancas, teniendo que
Sser intervenidas de gravedad a dos de ellas», relató la Policía hace dos días. No dista mucho de lo que contaron ese día los cinco detenidos que fueron llevados ante la juez, que sólo envió a prisión provisional al presunto homicida. Fuentes del caso señalan a este periódico, que los acusados, sobre todo los familiares de Jesús, coinciden en señalar que la familia de la víctima no tiene buena fama entre la gente del barrio, protagonizando encontronazos anteriores con otros vecinos.
La madre y mujer de Jesús, con los niños, se encontraban en una plaza cercana a la calle Mejillón cuando la mujer de la víctima comenzó a discutir con otra vecina. Después se encaró con los familiares del presunto homicida. Aquello no fue a más, pero a los pocos minutos esta mujer volvió acompañada de su marido (la víctima) y su hija, menor de edad. Portaban varios cuchillos. Ahí comenzó todo.
Era conocido por los vecinos que la víctima solía pasear por el barrio con un libro, en el que ocultaba una navaja. La viuda, a la que se le imputa riña tumultuaria como a la mayoría de los investigados, apuñaló, según la declaración de Jesús, a su mujer y a un tío de éste, que se encontraba paseando al perro por allí cerca y que tiene una discapacidad.
Jesús, su padre y los dos vecinos sólo pretendían quitarles los cuchillos a los agresores. En medio de la reyerta, la víctima alcanzó con su arma blanca
El joven perdió a un hijo de dos años y desde entonces tiene problemas de adicción
al padre de Jesús y a un vecino. Ese momento, Jesús, con uno de esos cuchillos, le dio «dos pinchazos» a Francisco José, alcanzando la femoral.
La pelea pareció terminar, pero Jesús volvió sobre sus pasos con el cuchillo en la mano tras ver a su padre caído en el suelo herido y a su mujer con lesiones. Le clavó el cuchillo en el hombro a Francisco José.
Jesús, sin antecedentes penales, admitió ante la juez los hechos, pero aseguró que jamás su intención fue acabar con su vida, sino salvar a su padre de la víctima. Asesorado por su abogada, se presentó voluntariamente en la comisaría hace una semana y quedó detenido. Desde entonces, según trasladan a este periódico fuentes de la defensa, ha sufrido varios ataques de ansiedad. Persona vinculada a la Iglesia Evangelista, este joven perdió hace años a un hijo con tan solo dos años. Aquello le ha provocado una fuerte adicción al alcohol.
La víctima, de 50 años, murió «desangrado» por la lesión en la femoral. Los hechos ocurrieron sobre las seis y media de la tarde. Una hora después hizo acto de presencia la ambulancia.