«¿Cómo encajaría aquí un Cristo contemporáneo?»
cieron eso, por ejemplo en las catedrales o los imagineros...
–J. R.: Es la vía pulchritudinis para llegar a Dios a través de la belleza. Y la Semana Santa no es más que eso, todo se ordena exclusivamente para eso.
–A. G. R.: Esa vía la preconizó mucho el Papa Benedicto y uno de los grandes defensores es nuestro arzobispo, don Juan José Asenjo. De ahí la importancia de la estética.
–J. R.: Eso ha pasado siempre, cada época ha acompasado el gusto estético, la sensibilidad de la época con las imágenes que presenta a la devoción de los fieles, pero ahora estamos en una disociación porque nos hemos quedado anclados en el neobarroco.
–P. R.: La pregunta sería ¿llegamos con el Barroco a lo máximo?, ¿hay algo más que el Barroco o con este estilo todo termina?
–I. C.: Te lo pregunto de otra manera, ¿cómo encajaríamos un Cristo contemporáneo?
–A. G. R.: La filosofía de vida de los sevillanos es barroca, en la que el movimiento tiene mucha más importancia que la quietud, el camino siempre más importante que el destino. Por cierto, cambiando de tema, ¿habéis visto el anuncio del siglo pasado de la freiduría en latín? Eso es magnífico
–I. C.: No me he fijado bien, ¿es latín macarrónico o es de verdad?
–J. R.: Mezclado. Mi pregunta es: ¿hay pescado frito que sea de capa y otro que sea de ruán? La pescada, ¿es de capa o de ruán?
–P. R.: La pescada es universal, el pescado frito se puede dividir en las categorías que queráis, pero las rodajas de pescada está como Dios.
–I.C.: ¿Y qué más veis vosotros? ¿Las huevas son de ruán?, ¿y el adobo, de qué es el adobo, de capa?
–A. G. R.: Sí, te da una alegría... y además te acompaña un tiempecito, es una cofradía larga y las cofradías largas son todas de capa. Y el adobo dura...
–P. R.: El adobo da de sí todo lo que... y al otro día todavía dura...