Bendodo avisa a Vox de que la Junta «no va a aceptar amenazas»
El partido de Abascal insiste en el veto parental al margen de cómo se le llame
El Gobierno andaluz respondió ayer al anuncio de Vox y su portavoz, Alejandro Hernández, de retirar el apoyo a las iniciativas de PP y Ciudadanos en el Parlamento si no implantan el «pin parental» en los colegios. En un acto en Málaga, el consejero de Presidencia, Elías Bendodo, aseguró que el Ejecutivo «no va a aceptar amenazas de ningún tipo». «Para tranquilidad de todos, este es un Gobierno que cumple», apuntó el también portavoz de la Junta a preguntas de los periodistas. «Se ha firmado un acuerdo entre Vox y la Consejería de Educación y se va a cumplir, pero no significa que se pueda llamar de otra manera».
Parte de este ultimátum de la formación de Santiago Abascal responde al desencuentro entre ambos partidos en la concepción de la medida, que prevé la autorización expresa de los padres para la participación de sus hijos en actividades educativas complementarias.
«No cuente con Vox hasta que no se implemente de una forma que entendamos suficiente y satisfactoria un mecanismo para garantizar que los padres puedan evitar el adoctrinamiento sectario de sus hijos», había advertido Alejandro Hernández al presidente andaluz, Juanma Moreno, en el pleno el jueves.
Mientras la formación de Abascal lo denomina «pin parental», la Junta esquiva emplear esa etiqueta. El parlamentario andaluz de Vox Francisco Ocaña insistió ayer en la puesta en marcha de esta medida, con independencia de «cómo la quieran llamar». Lo importante, dijo, es que prevaleza el «derecho» y la «obligación» de los padres a «evitar el adoctrinamiento sectario de sus hijos». El consejero de Educación, Javier Imbroda, que prepara una reunión con Vox para «clarificar lo acordado», aseguró el pasado jueves que los dos años del actual Gobierno andaluz de PP y Cs, sobre «ese supuesto adoctrinamiento ideológico del que se está hablando» sólo se han producido dos denuncias en centros educativos. Ocaña reiteró el mensaje: «Nos preocupa que, estando aún fresca la firma de Imbroda en el acuerdo» del ‘pin parental’, se hayan «permitido anunciar que iban a incumplir el pacto, lo que quebranta nuestra confianza en el Gobierno».
Al presidente de la Junta, Juanma Moreno (PP), le preguntaron por esta polémica en la Cadena Ser. A su juicio, el ultimátum del partido de Santiago Abascal forma parte del «juego político» del «toma y daca». Si los diputados de Vox deciden romper, «tendrán que explicar a su electorado si van a empezar a votar junto con Podemos, Anticapitalistas y PSOE en los casi dos años de legislatura que restan».
Desde Ciudadanos ven una motivación política en el plante de Vox. El vicepresidente de la Junta y coordinador autonómico del partido, Juan Marín, asegura que «se han venido arriba» desde las elecciones catalanas.
Constitucional
En el PSOE andaluz ven en la crisis de la bancada de la derecha una oportunidad para desgastar al Ejecutivo. Su secretaria general, Susana Díaz, insistió en los reproches que ya lanzó al presidente de la Junta. En su opinión, Moreno «ha claudicado al chantaje de la ultraderecha», porque es «rehén» de este partido. El «veto parental» que exige Vox es un «insulto a los docentes y a los derechos y libertades conseguidas en nuestra comunidad», dijo la expresidenta. Avanzó que el PSOE llegará al Tribunal Constitucional para «revertir esos recortes en libertades».
La coordinadora de Podemos Andalucía, Martina Velarde, también calificó ayer de «chantaje» la propuesta. «En Andalucía quien manda es Vox desde Madrid», apuntó.
Moreno cree que si Vox rompe «deberá explicar a su electorado que va a votar con Podemos y el PSOE»