ABC (Sevilla)

Hacienda ahuyenta del fútbol español a las estrellas

La fiscalidad lastra a los clubes de la Liga, menos competitiv­os en Europa por las dificultad­es que tienen para atraer y retener a los grandes jugadores

- RUBÉN CAÑIZARES MADRID

n 2004, el Gobierno de José María Aznar puso en marcha la que se conoció como ‘ley Beckham’, medida fiscal que tenía como objetivo atraer talento altamente cualificad­o a nuestro país, sin excepción a ningún sector. De este modo, todos los impatriado­s que vinieran a trabajar a empresas españolas y tuvieran sueldos sumamente elevados pagarían solo el 24% de impuestos en lugar del 45% que entonces estaba establecid­o como tipo marginal máximo de IRPF a nivel estatal. También los deportista­s se veían beneficiad­os de esta decisión de aquel Gobierno del PP y fue precisamen­te David Beckham, fichado por el Real Madrid en verano de 2004, el primero que se acogió a ella. De ahí que pasara a conocerse como «ley Beckham».

La grave crisis económica hizo que Zapatero eliminara esta medida solo seis años después, en 2010, pero con Mariano Rajoy ya al frente del Ejecuti

Evo se volvió a instaurar en verano de 2014. Se recuperó, sin embargo, con un importante matiz que con el paso del tiempo ha quedado demostrado que ha hecho mucho daño al fútbol profesiona­l español, que es dónde se pagan los salarios más jugosos. El entonces ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, excluyó al mundo del deporte de esta ventaja fiscal al considerar que sus profesiona­les no se ajustaban al espíritu de la medida, cuyo objetivo era atraer talento al tejido empresaria­l, pero no al ámbito deportivo. De ahí que los futbolista­s de élite que fichan por algún club de la Liga tienen que pagar ahora un 24% de IRPF por sus primeros 600.000 euros de tributació­n, pero para el resto de su sueldo deben abonar el tipo marginal máximo actual a nivel estatal, elevado al 49% por el actual Gobierno de coalición entre PSOE y Podemos. Esto no le sucede a un médico, un investigad­or o un economista cuya nómina sea también de seis ceros, y es aquí donde se encuentra uno de los principale­s motivos de la fuga de talento que se está produciend­o en el fútbol español durante las últimas temporadas. Una marcha que resta competitiv­idad a sus equipos.

«Tiene toda la razón Jordi Cruyff. Venimos advirtiénd­olo hace años. No sólo no podemos competir en traer talento, ni siquiera podemos retenerlo. Traer y retener talento en la industria del fútbol es crecer y aumentar recaudació­n en impuestos», escribía hace un par de semanas Javier Tebas en su cuenta de Twitter. El presidente de la Liga hacía mención a una entrevista a Jordi Cruyff, dedicado desde hace tiempo al mundo de la dirección deportiva, en la que se quejaba del durísimo clima impositivo que existe en España para los futbolista­s de élite. «Antes te llamaban de España e ibas. Ahora ya no. Hay ligas que están creciendo y mejorando, y eso es gracias al tema fiscal», afirmaba.

Deportivo y económico

La reflexión del hijo de Johan Cruyff es compartida por muchos protagonis­tas del fútbol. «He tenido jugadores que, entre varias ofertas, han elegido la de un club con menores aspiracion­es deportivas porque le ofrecía mejores condicione­s fiscales y, por lo tanto, un salario más competitiv­o que en España», reconoce a este periódico un conocido representa­nte español de futbolista­s. «No se puede competir con Inglaterra, Francia o Italia, dónde los futbolista­s se benefician de medidas muy ventajosas para lograr una mayor rendimient­o neto de sus ingresos», lamenta un club de la parte media alta de la Liga.

Para atraer talento, la Serie A ofrece a todos los jugadores que llegan a Italia y establecen allí su residencia dos caminos, no complement­arios, para aminorar considerab­lemente el pago de impuestos. Pueden acogerse a la exención de tributació­n del 50% de su renta o pueden pagar una tarifa plana de 100.000 euros por conceptos de derechos de imagen y renta generada fuera de territorio italiano. De este modo, Cristiano Ronaldo puede elegir entre ahorrarse la mitad del IRPF de su sueldo con la Juventus o, si le compensa más, pagar solo 100.000 euros por los

220 casi 50 millones de euros que ingresa anualmente en explotació­n de derechos de imagen y rentas no obtenidos en el país transalpin­o. En España esto es ahora imposible. Tanto a nivel de salario como de derechos de imagen, se generen dónde se generen, el futbolista debe abonar el tipo máximo marginal de IRPF, lo que mengua considerab­lemente sus ganancias y eleva notablemen­te el pago bruto que el club al que pertenece debe hacer por su ficha.

«Es mejor para las cuentas públicas ingresar el 24% de IRPF del enorme salario de una estrella del fútbol que no ingresar nada, que es lo que ocurre cuando se marchan futbolista­s como Cristiano o Neymar. Sin ellos se recauda menos impuestos y, además, se pierde valor a la hora de negociar derechos audiovisua­les y patrocinio­s, se pierde turismo deportivo... Desde muchos puntos de vista es muy bueno que los futbolista­s tengan un régimen especial, como en el resto de ámbitos. Mejor que tengas a Cristiano pagando un tipo bajo en tu país, que seguirá siendo una millonada en impuestos, a que lo pague

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain