Antropología de la Covid
El profesor de la Universidad Pablo Olavide Alberto del Campo Tejedor ha reunido en un libro doce ensayos diferentes con el único denominador común de los efectos de la pandemia en la vida ordinaria de una actitud absolutamente estoica o de que los sujetos ya llevaban una vida casi monacal con anterioridad al confinamiento».
En su estudio, aletea el ansia de libertad y el temor al contagio como dos polos antinómicos. Algo sobre lo que alerta Alberto del Campo: «Todo poder tiene la tentación de administrar las libertades, se trata de un fenómeno generalizado en todo el mundo contra el que hay que estar muy vigilantes porque la Historia nos demuestra que, bajo el pretexto de la seguridad, en este caso sanitaria, los Estados intentan poner límites».
Políticas de altura
Su discurso es muy crítico con los políticos: «Priman las políticas partidistas y para ello se toman decisiones políticas camufladas como sanitarias y científicas; las administraciones no se coordinan, prima el cainismo, una confrontación demagógica en la que a diario nos estamos tirando los trastos a la cabeza sin una idea de Estado como en Francia, por ejemplo». También detecta «un exceso de discursos» a menudo demagógicos o reiterativos que no consiguen su objetivo.
No hay que quedarse sólo con lo negativo. «Hay un lado bueno de todo esto: nos sentimos vulnerables y nos necesitamos unos a otros», afirma Del Campo. Su razonamiento parte de que cada generación experimentaba esta vulnerabilidad a través de las guerras, pero que el largo periodo de paz en la sociedad occidental había hecho olvidar: «Veníamos de una fe ciega en la ciencia, el Estado e incluso el mercado».
El libro tendrá continuidad en un segundo volumen a punto de salir: «Tal fue la avalancha de propuestas recibidas que nos obligó a limitar el número de capítulos a una cantidad manejable, teniendo que rechazar bastantes propuestas y, en todo caso, organizar la publicación de dos libros».