Día de Andalucía
zo», y nada más poseerla la elevó al cielo. Por orden de entrega el hilo fue como sigue: primero, la Asociación Andaluza de Mujeres Empresarias del Sector del Medio Ambiente (Ansemac); recogió el distintivo al Mérito Medioambiental su presidenta, Esperanza Fitz Bermúdez, quien antes en su vídeo de presentación se mostró orgullosa de ser garantes del desarrollo sostenible.
Cancelar en Madrid
Los siguientes galardonados fueron Los Morancos, que, según desveló Moreno Bonilla, tuvieron que cancelar una actuación suya en Madrid con todas las entradas vendidas para venir a colgarse las medallas de las Artes de Andalucía. Los trianeros hermanos César y Jorge Cadaval no cabían en sí de satisfacción. Este último lo definió con su insuperable toque de humor: «Me siento como un sapo haciendo espuma en un lago para poner los huevos».
A continuación, fue el empresario Javier Targhetta, consejero delegado de Atlantic Cooper, el que recogió su medalla de la Economía y la Empresa. Targhetta vino a insuflar un halo de esperanza, donde «saldremos adelante y habrá una recuperación económica después de esta crisis». Y de la gran empresa a la pequeña, ya que Lorenzo Amor, cordobés afincado en Jerez, recibió también un distintivo por su labor en la Asociación de Trabajadores Autónomos ATA, «que aunque presente ya en toda España nació aquí». Amor tuvo unas palabras de aliento para los 547.000 pequeños autónomos andaluces, «a muchos de los cuales les he visto llorar» apesadumbrados por el cierre de comercios y proyectos.
Pedro López Castillejo vino a recibir, como presidente del Real Círculo de la Amistad de Córdoba, la recompensa a 170 años de historia de esta institución que cuenta con más de 2.500 socios y toda una vida dedicada al mundo de la cultura y las bellas artes, con una biblioteca de más de 20.000 volúmenes. En el ámbito deportivo fue el
Granada Club de Fútbol el merecedor de la medalla del Deporte. Su director general, Antonio Fernández Monterrubio, subió para recoger la medalla del club que «tantas alegrías nos ha dado a los andaluces», en palabras de Moreno. Monterrubio dedicó la medalla a «todos los granadinos que no han podido acompañarnos en los estadios».
El presidente ejecutivo de Europa Press, Asís Martín de Cabiedes, recibió un galardón por la labor de esta agencia de noticias en Andalucía, 30 años continuados de información, cada día con más proyección al incorporar nuevos departamentos como el fotográfico y televisivo. José María Pacheco Guardiola fue merecedor de la Medalla a los Valores Humanos. Este empresario de Konecta ha llevado desde la Fundación Alalá «la integración de los niños más marginados a través de la música, concretamente el flamenco». Al recibir este reconocimiento puso de manifiesto su «compromiso y responsabilidad».
Ser asidero donde agarrarse las mujeres víctimas de la explotación sexual sirvió para premiar a la Congregación de las Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor de Almería. La Medalla de Andalucía de la Solidaridad y la Concordia la recogió su directora Mar Teresa Foronja.
Para los que ya no están
La presentación de la gala corrió a cargo de Eva González, que repite trabajo porque ya lo hizo también el año pasado. No quiso pasar por alto los más de ocho mil muertos contabilizados por el Covid y Andalucía, y con un baile de nombres propios de los que ya no están con nosotros corriendo a toda prisa, se formó al final el común en letras mayúsculas de Esperanza. Todo un símbolo. Como lo fue también que dos jóvenes, el rapero Pablo Sudoku y la cantante flamenca Teresa Hernández, los dos de La Línea, dejaran con su música la impronta de la Andalucía del mañana. Sin duda más alegre que la que hemos tenido que vivir.
Con los nombres propios de los ausentes se formó uno común en letras mayúsculas: Esperanza