El lastre de un mal primer tiempo penaliza al Betis
Los verdiblancos, que caían por diez al descanso por su desacierto en el triple, se vaciaron en el segundo periodo, pero no les alcanzó para ganar
La sexta victoria del Coosur Betis tendrá que esperar. Contra el Casademont Zaragoza, un equipo que ya anda a otro nivel por la calidad física y atlética de muchos de sus jugadores, el conjunto verdiblanco se vació en el segundo tiempo para desquitarse de su paupérrimo primero, que condicionó todo el encuentro, pero no le alcanzó para ganar. De tanto nadar y nadar contra la corriente acabó ahogado en la orilla. Que no llegara a ponerse por delante en su mejor momento, y mira que dispuso de opciones cristalinas para hacerlo, fue determinante, así como la sobresaliente actuación del imperial Nico Brussino (20+11).
El del Coosur Betis fue un primer tiempo para olvidar. Atascado todo el rato, sin fluidez ni el factor descongestionador de los triples. El aro del conjunto aragonés fue siempre de minúsculo tamaño. Sólo anotó tres de sus quince intentos triples (20 por ciento) y su tiro de campo no era precisamente mucho mejor (11/33, 33).
Con esos guarismos perdía por diez al descanso (31-41) tras un muy discreto primer segmento de ambos equipos, al ralentí, demasiados precipitados en ataque e imprecisos hasta que el Casademont Zaragoza mejoró sus síntomas. Muy agresivo en sus entradas a canasta, evitó las pérdidas de balón del primer cuarto y Brussino adquirió protagonismo para liderar las primeras acometidas serias del equipo maño, que se colocó 14-22 tras un parcial de 0-6 y luego asentó su dominio con un 0-7 (del 18-22 al 18-29).
Brussino estaba haciendo mucho daño y, en general, todo el Casademont Zaragoza, castigando con velocidad el balance defensivo del Coosur Betis, que se las deseaba para anotar. Plaza activó a Torres y entre el hispano-dominicano y Ouattara tiraron del carro para reanimar al equipo. La brecha se abría de manera peligrosa (21-31) y en esas coordenadas se movía el choque al intermedio (31-41). El Betis, muy espeso, sin chispa, no tenía ritmo.
Entre los diez y los doce puntos oscilaba la ventaja maña en el tercer cuarto hasta que una falta de tres tiros sobre Feldeine se convirtió en una jugada de tres puntos tras rebote de ataque de Jordan y mate de Ouattara (40-49). A medida que se apretaba el Betis las clavijas en defensa, al Casademont Zaragoza se le bajaban las persianas. Fel
COOSUR REAL BETIS
T. J. Campbell (4), Feldeine (18), Almazán (4), Kay (4), Jordan (1) -cinco inicial-; Randle (7), Borg (-), Magassa (-), Ouattara (19), Tisma (-), Torres (4), Ndoye (21).
CASADEMONT ZARAGOZA
San Miguel (-), Ennis (16), Benzing (-), Barreiro (7), Wiley (13) -cinco inicial-; Sulaimon (2), Harris (18), Brussino (20), Jaime Fernández (-), Font (-), Hlinason (5), Javi García (4).
ÁRBITROS E INCIDENCIAS
García González, Martínez Fernández, Olivares. Eliminado Javi García por cinco faltas (m. 34). Vigésima cuarta jornada de la Liga Endesa. Palacio de los Deportes San Pablo. Sin público.
Jornada 24ª
CLASIFICACIÓN
Los 20 puntos y once rebotes de Brussino, determinantes por su influencia en el partido
deine se entonaba. Un triple suyo y un pleno desde el 4.60 elevaba el parcial hasta el 10-0 (47-49). Estaba de vuelta el Coosur Betis ante una versión mucho más desenfocada del Casademont. Méritos para la defensa verdiblanca, que subió el pistón. Ante la sequía de sus compañeros, desdibujado como estaba su equipo, Harris fue el flotador al que agarrarse en la crecida de la marea verdiblanca. Hostigaba el Coosur Betis, cuando no a través de Feldeine, mediante Ndoye, dos de los tres pilares ofensivos del equipo junto a Ouattara. El resto no es que hiciera mutis, pero casi. Barreiro dejó el 57-62 y la sensación de que había mucha tela que cortar.
La presión de remontar
Quedaban diez minutos y la desventaja se había reducido a cinco desde el descanso, pero daba la impresión que ese ímpetu del Coosur Betis en el tercer cuarto se había cortado en seco. O al menos había amainado. La sospecha se confirmó tras un parcial de salida (0-5) que estableció de nuevo la decena de puntos en contra (57-67) y seguía obligando al equipo de Plaza a un esfuerzo hercúleo. Verse siempre por detrás genera estrés, mucha presión y desgaste. Llevaba ya muchos minutos haciendo la goma, a rueda de su rival, pero sin cazarlo. Además, el listón arbitral fue tan bajo con las faltas que, con más de seis minutos hasta el epílogo, ambos equipos ya estaban en bonus. El carrusel de tiros libres se sucedió en un tablero y otro, sobre todo en el verdiblanco.
A la que picoteaba el Betis, replicaba el Casademont, pero el partido tendía hacia el absoluto equilibrio, destino inevitable que terminó reflejando Ndoye desde el tiro libre. Después tuvo hasta dos tiros bajo el aro en una contra para ponerse por delante al fin, pero los erró el Betis y a partir de ahí se desató el huracán Brussino, un chico de múltiples registros. Qué actuación la suya. Puede jugar de lo que le dé la gana. En San Pablo dio un clínic. Una bomba que el Coosur no logró desactivar. Un triple del argentino disparaba la euforia aragonesa (77-82) y un minuto después negaba la mayor Ouattara con otra diana (82-85) a medio minuto del final. Se la jugó el Betis a defender, sin hacer falta, pero la pelota dio en el pie de Feldeine a falta de cuatro segundos... Posesión extra para el Casademont, que erró de tres y le regaló cuatro segundos al Betis para el canto del cisne de T. J. Campbell, un tiro desde el centro del campo a la desesperada que echó el telón.