Las expulsiones de irregulares en 2020 no suponen ni el 10% de las llegadas
Hasta el 1 de diciembre llegaron 37.213 ‘sin papeles’ frente a los 3.190 deportados
MADRID
Entre el 1 de enero de 2020 y el 3 de diciembre de ese mismo año accedieron a España 37.213 inmigrantes en situación irregular. En ese mismo periodo, 3.190 ‘sin papeles’ fueron deportados. El cálculo arroja que en el pasado ejercicio, en el que se vivió una crisis migratoria en Canarias únicamente equiparable con la crisis de los cayucos de 2006, solo el 8,5 por ciento de las personas que lograron acceder a territorio nacional de manera irregular fueron devueltas a sus países de origen o tránsito. Así consta en los recuentos del Ministerio del Interior, a los que ABC ha accedido a través de los mecanismos de Transparencia.
El gabinete que dirige el ministro Fernando Grande-Marlaska, que es el encargado de ejecutar estos procedimientos, no detalla la identidad de los deportados ni tampoco el país al que han sido repatriados; ni siquiera los datos del mes de diciembre para poder hacer un cómputo total del año, aunque las fuentes consultadas sitúan en unos 400 los irregulares devueltos o deportados en ese periodo. En total, en un escenario optimista, serían unos 3.500 inmigrantes devueltos en todo el año, una cifra que no llega al 10% de los que accedieron de forma irregular, que al cierre del ejercicio fueron 41.861.
Obviamente, la crisis sanitaria del Covid, que provocó un cierre generalizado de fronteras, tiene una incidencia decisiva en estas cifras. Durante varios meses ha sido imposible, por las restricciones internacionales a la movilidad, acometer las expulsiones. Comparar la cifra de deportaciones de este ejercicio con la de años precedentes lo confirma: en 2019 hubo 11.153 (un 34% de los que llegaron), 11.384 en 2018 (un 19%) o 9.326 en 2017 (el 42%).
Información sensible
Interior defiende que no entrega el destino de los deportados porque esta maniobra complicaría deportaciones futuras y perjudicaría la posición de España en el tablero internacional. Este escenario abriría la puerta a que los países de destino, si percibieran debilidad en su interlocutor, estuvieran en disposición de exigir condiciones que complicaran las expulsiones.
«No se facilitan los datos relativos a la nacionalidad de las personas repatriadas ya que el conocimiento y di
Desde el 1 de enero de 2020 hasta el 3 de diciembre de 2020 fusión de este parámetro podría derivar en problemas en las relaciones exteriores de España con los posibles países afectados, dificultando en el futuro poder documentar por parte de las diferentes embajadas y consulados a ciudadanos extranjeros irregulares», reza el informe con el que Interior responde a la solicitud de este diario y que firma Juan Antonio Puigserver, secretario general técnico de Interior.
El gabinete remarca que no proporciona la información sobre el país de destino de los repatriados porque hacer públicos dichos datos «podría suponer un perjuicio, razonable y no hipotético, a las relaciones [exteriores] de España, comprometiendo la colaboración con los estados de origen». = Una persona
De igual modo, Interior señala que, al tratarse de un procedimiento sancionador de carácter administrativo, también podría verse dañada la resolución de los expedientes de expulsión que ahora están en marcha.
No obstante, ABC ha podido saber que desde noviembre se han retomado las devoluciones a Marruecos, Argelia, Mauritania y Senegal. «El ritmo en conjunto es casi equiparable al de antes de la pandemia, periodo en el que las capacidades para repatriar a inmigrantes irregulares quedaron anuladas por los cierres de fronteras», explican fuentes policiales consultadas por ABC, que añaden que son el Reino alauí y Mauritania los únicos países que aceptan habi1.000 personas