Oficialmente
den de hacerlo y ¡ay de aquel que no obedece!». En declaraciones a la publicación digital Open Media, Ruslán Vajápov, miembro de una fundación de defensa y asistencia a personas que cumplen condenas de privación de libertad, sostiene que la prisión de Pokrov «no está catalogada como de régimen severo, pero casi lo es». Al igual que Eismont, Vajápov cita, entre otros, los testimonios de Kótov.
Por otro lado, Open Media informa que en el penal a donde presumiblemente ha sido enviado Navalni hay varios talleres para elegir: fabricación de muebles, costura, y producción de bollería y panadería, entre ellos. El trabajo podría ser para él obligatorio, aunque remunerado. Lo que parece estar descartado es que el dirigente opositor tenga que vivir en condiciones de hacinamiento. El penal de Pokrov tiene capacidad para 800 presos y sus celdas e instalaciones en general son amplias. Según las leyes en Rusia, el Servicio Penitenciario tiene 10 días para informar a la familia de Navalni de la cárcel en donde ha sido internado, a partir del momento de su llegada.
Tras recuperarse del envenenamiento sufrido en Siberia el pasado verano, el disidente político regresó de Alemania el pasado 17 de enero y fue detenido nada más pasar el control de pasaporte. Después, el 2 de febrero, fue condenado a dos años y medio de prisión por una causa que data de 2014 y que él considera «amañada y motivada políticamente». La apelación contra tal sentencia fue rechazada el pasado 20 de febrero. Contra él hay en curso dos causas judiciales más.
La cárcel de Petrov, al este de Moscú, no está catalogada de régimen severo, pero casi lo es»