Las naves del 29 gustan a todos
Las empresas tecnológicas prefieren instalarse en los antiguos almacenes a los edificios de nueva planta
a privados que actualizan año a año sus contratos y que, en la mayoría de los casos, tendrán que abandonarlas al ser incompatible la actividad que realizan con el uso que se le quiere dar.
El interés que mostró la firma de moda Noon hace un par de años por las naves regionalistas de la avenida de Las Razas ya dio la pista. La marca sevillana alquiló uno de los almacenes y lo recuperó por completo instalando allí las oficinas centrales y una zona de prueba de nuevos diseños, pero el sondeo que ha realizado la oficina técnica que se encarga del diseño desvela que este entorno portuario y sus edificaciones industriales gustan a todo tipo de empresas, incluidas las de base tecnológica que son la que se pensaba alojar en la acera opuesta delimitando este distrito que se extenderá desde el puente del Centenario hasta el de los Remedios.
Ese era el plan inicial al que el Ayuntamiento y la Autoridad Portuaria han dado la vuelta. «Grandes firmas, algunas de ellas andaluzas, y otras más pequeñas que trabajan con tecnología, aplicaciones de móviles y hasta videojuegos se han interesado más por rehabilitar las naves que por los edificios modernos de nueva planta», admitió Rafael Carmona, presidente del Puerto, en relación a este conjunto de naves que ocupan una superficie de 10.000 metros cuadrados en pleno muelle.
El modelo que tenía en mente para esta parte estaba más enfocado al uso comercial y de ocio, pero esta nueva demanda obliga a cambiar la propuesta, dejando sitio en el otro extremo para el desarrollo residencial. «La propia oficina técnica –liderada por el estudio Eddea y la consultora CBRE– nos indica que la mezcla de usos hace más atractivo el enclave para la inversión», señaló Carmona. Y al fin y al cabo, esa flexibilidad que muestran las administraciones será un impulso para atraer proyectos que se implanten en ese suelo. De lo contrario se corre el riesgo de que permanezcan baldíos por la falta de interés.
La firma de este acuerdo para modificar el plan de ordenación territorial y cambiar los usos es el punto de
Los antiguos almacenes y los tinglados ocupan una superficie de 10.000 metros cuadrados en pleno muelle
partida. Tanto el alcalde, Juan Espadas, como el presidente de la Autoridad Portuaria coincidieron en que ese trámite podría estar resuelto de aquí a final de año, aunque la experiencia de procesos anteriores demuestra que ese plazo podría demorarse mucho más. En todo caso, «será la iniciativa privada la que marque los tiempos». Una vez aprobado el plan especial para la avenida de las Razas se celebrará la subasta pública de las parcelas que han sido valoradas en cincuenta millones de euros. La operación tiene todavía que autorizarla el Consejo de Ministros.